África

El Cairo

Votos a 7 euros

En un país en el que el 40% de la población vive con menos de 2 dólares al día, poder conseguir unos 10 dólares sólo por un voto no es poco. En el popular barrio de Ain Sira, en la capital egipcia, los representantes de los candidatos compiten para ver quién ofrece más por una papeleta y el precio aumenta a medida que avanza la jornada electoral.

Irregularidades y reducida partipación en las elecciones egipcias
Irregularidades y reducida partipación en las elecciones egipciaslarazon

Al mediodía, un voto era comprado por 50 libras egipcias (poco menos de 7 euros), según pudo comprobar LA RAZÓN: un joven de 22 años afirmaba haber recibido esa cifra tras haber votado. Por su parte, Said, un jubilado de 68 años, abandonaba el colegio electoral muy enfadado, después de haber obtenido sólo 50 libras por su voto, frente a las 100 que le habían prometido. Pero todavía era pronto: sólo eran las 11 de la mañana y habría que esperar un par de horas para que el precio se duplicara, y hasta el cierre de las urnas para que alcance las 200 libras.

En las calles sin asfaltar de Ain Sira, nadie esconde esta realidad. Incluso, un miembro del gobernante Partido Nacional Democrático reconoció abiertamente a este periódico que su candidato ofrecía 100 libras por cada voto. De esta forma, el régimen del presidente Hosni Mubarak, en el poder desde hace tres décadas, busca asegurarse una victoria que nadie pone en duda. Son pocos los egipcios que creen en el proceso electoral: «fraude 100%», exclama una mujer en un colegio electoral de un barrio de clase media-alta de El Cairo, donde se estaban repartiendo bocadillos y refrescos entre los electores.

Acoso a la oposición

Ir a votar es como una excursión en Egipto cuando la violencia no estropea la fiesta con los choques entre los militantes de diferentes partidos e, incluso, entre diferentes candidatos de un mismo partido. También ocurren ataques contra la Prensa y los votantes. Los periodistas, las organizaciones no gubernamentales presentes en el país y partidos opositores denuncian los abusos e irregularidades que se registraron en todo el país durante la jornada electoral, especialmente fuera de la capital y en los feudos del principal grupo de la oposición en el Parlamento egipcio, el de los Hermanos Musulmanes. Es este el único partido que no necesita pagar a los ciudadanos por sus votos, porque su labor social le asegura un importante apoyo popular, aunque en esta cita electoral, el Gobierno quiere evitar por todos los medios que los Hermanos Musulmanes se hagan con una quinta parte de los escaños, como ocurrió en las pasadas elecciones, y el grupo ha sido el blanco del acoso y las violaciones más flagrantes de una jornada electoral con una participación tan escasa como la confianza de los egipcios en su democracia.


La democracia retrocede de cara a 2011
La cita electoral de ayer en Egipto se considera una cita especialmente relevante, sobre todo de cara a los comicios presidenciales del próximo año, en los que se decidirá el futuro del régimen de Mubarak. Después de que en las pasadas elecciones parlamentarias el Gobierno dejara espacio a la oposición, este año se esperaba un paso más en la apertura democrática de Egipto, exigida por Estados Unidos y Europa. Pero los observadores electorales consideran que estos comicios han sido menos libres y limpios que los anteriores, lo cual no da demasiadas esperanzas para el 2011.