Berlín
Carla Bruni: ha sido niña
El bebé de la primera dama francesa nació ayer a última hora de la tarde en una clínica de París, mientras Sarkozy se encontraba en Fráncfort
A estas horas, Carla Bruni ya estará susurrándole al oído nanas a su bebé. Después de muchos rumores y especulaciones, tras unas cuantas falsas alarmas y un incesante goteo de noticias sobre este embarazo (que parecía interminable), al fin ayer la primera dama francesa ingresó en el hospital de La Muette, en París, para dar a luz a su retoño, que nació sobre las ocho de la tarde. A lo largo del día fueron pocos los detalles y muchas las suposiciones que giraron en torno a este acontecimiento, máxime teniendo en cuenta que tanto el Elíseo como la clínica habían advertido de que no habría comunicados oficiales sobre el parto. Sin embargo, la web del diario «Le Figaro» adelantaba, citando «fuentes médicas», que el esperado bebé, del que se desconocía el sexo, es una niña, por lo que se trata de la primera mujer dentro de la familia Sarkozy-Bruni. No hay que olvidar que el presidente francés tiene ya tres hijos varones (Pierre, de 26 años; Jean, de 24, fruto de su primer matrimonio; y Louis, de 14, del segundo) y la cantante es madre de Aurélien, que nació en julio de 2001.
De forma planeada o fortuita, Sarkozy pasó ayer a la historia por ser el primer presidente francés que tiene un hijo mientras ostenta su cargo. Sin alterar ni una coma de su agenda presidencial –orquestó el Consejo de Ministros y, tal y como estaba previsto, se reunió durante el almuerzo con varios diputados de Nouveau Centre–, llegó al hospital de La Muette sobre las cuatro de la tarde y salió apenas media hora después. ¿El destino? Fráncfort. De hecho, recibió la noticia del alumbramiento en suelo alemán, por lo que tuvo que volar a la capital francesa en cuanto supo que su hija ya había nacido.
Una paciente más
Y es que, a juzgar por cómo actuó ayer, parece que el jefe del Estado francés ha querido cerrar unas cuantas bocas anteponiendo su reunión con Angela Merkel al parto de su esposa. Expertos en imagen y marketing político sostienen desde hace semanas que el nuevo retoño del clan Sarkozy contribuirá a «dulcificar» la imagen del presidente durante la campaña electoral. Sin embargo, ayer quiso aparentar lo contrario: rigor y solvencia. «Antes que mi vida personal están las labores de Estado», ése parece ser el mensaje que Sarkozy quiso enviar a los galos al presentarse en Fráncfort (mientras su esposa estaba ingresada en una clínica cuyo director advirtió el lunes de que tratarían a la primera dama «como a las otras madres») y contradiciendo los comunicados que horas antes se habían enviado desde Berlín y París, en los que se informaba de que la reunión planeada con la canciller se limitaría a una conversación telefónica. El encuentro con Merkel, que estaba programado como una «reunión informal», tenía como objetivo preparar la cumbre sobre la crisis de la eurozona, que se celebrará el domingo en Bruselas. Asimismo, la localidad alemana acogía también la despedida de Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, en la que estaba prevista que participase Sarkozy.
Un mal hábito dio la señal de alarma
El tabaco fue la clave: Carla Bruni, fumadora, había dejado el hábito. Además, se tapaba sospechosamente la tripa cada vez que un fotógrafo andaba cerca. Corría el mes de mayo, pero aún no había confirmación oficial sobre el embarazo de la primera dama. Luego, las imágenes hablaron por sí solas: la incipiente barriga que lució en la cumbre del G-8, en Deauville, las fotografías en la playa durante el verano, las de septiembre en el Elíseo, etc. Un nutrido álbum que se completó con las del miércoles pasado en París.
✕
Accede a tu cuenta para comentar