Ryan y su presunto asesino, Eduardo, eran prácticamente vecinos. Se conocían del barrio y de coincidir las noches de fin de semana en la zona de copas de Alcalá de Henares. El sábado por la noche se encontraron en un pub a eso de las cuatro de madrugada y acabaron discutiendo. Al parecer, Eduardo había vendido a Ryan unas gafas de sol y éste aún no había saldado la deuda. Pero no quedó es un simple cruce de insultos. Ryan, que iba con un familiar, acabó la fiesta pasadas las siete de la mañana. Este familiar, al parecer su primo, le acercó en coche a casa y allí estaba esperándole Eduardo, según fuentes policiales. Aquí, en la calle Benito Pérez Galdós, volvieron a enfrentarse. Durante el transcurso de la pelea, Eduardo acabó apuñalando de muerte a Ryan, que murió apenas diez horas después en el Hospital Príncipe de Asturias. Tenía 18 años; su presunto asesino, 32.Una vecina del bloque de viviendas donde sucedió todo aseguró ayer a Efe que escuchó como el agresor gritaba «Te voy a matar, Ryan, te mato». Esta mujer asegura que ambos comenzaron a discutir sobre las ocho de la mañana «al parecer por unas gafas» que uno debía pagar al otro. «Ryan no era conflictivo, aunque sí un poco difícil», apuntó esta mujer, que asegura que el fallecido tenía amistades que a su madre no le gustaban. Otros vecinos que no han querido identificarse han apuntado que el presunto agresor era conocido porque se dedica a la venta de droga. Una menor ha confirmado que el suceso se debió a una pelea por unas gafas.Según informó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía, Eduardo M.T., declaró la tarde de ayer ante los agentes que conocía a la víctima y que fue él quien le apuñaló. Pocos minutos antes del apuñalamiento, fue el familiar que iba con Ryan quien llamó a la Policía y explicó que la víctima estaba siendo amenazado por un individuo que tenía un cuchillo. Más tarde, los agentes supieron por una llamada del hospital que el sospechoso había abandonado a la víctima en este centro.Agentes de la Policía Nacional de Alcalá de Henares lograron localizarle –llevaba la ropa llena de manchas de sangre– y detenerle. Eduardo M.T. de 31, sobre el que pesaba un requerimiento judicial, pasará hoy a disposición judicial. El Grupo X de Homicidios no busca a ninguna otra persona por este caso.