Bruselas

Pósits pegados a la realidad

Pósits pegados a la realidad
Pósits pegados a la realidadlarazon

«Mi objetivo es provocar curiosidad y duda por la presencia de un objeto que es, evidentemente, poco común fuera de las paredes de las oficinas o de casa, y también, claro, por el contenido de los mismos». Esa es la explicación de que algunas zonas del centro de Lisboa aparezcan empapeladas con pósit con mensajes alusivos a la trágica situación económica que vive Portugal y el resto del Sur de Europa, obra del artista Sérgio Santos Silva.

Hacer pensar
«Si tienes hambre, compra un iPhone», es uno de los mensajes que puede leerse sobre la marquesina de un autobús. «Pueden llevarse fácilmente a casa y eso es una diferencia muy clara respecto a otros tipos de intervención urbana. Me gusta pensar que algunos acabarán en frigoríficos de desconocidos, junto con otros recuerdos vacacionales», declara el artista a Efe. Además del fondo de sus mensajes, la forma es una de las cuestiones más revolucionarias, pues la obra de arte suele tener un valor económico que propicia que el coleccionista pueda llevársela a casa. Justo ahora, en este momento del ciclo económico, y, allí, un país que ha sufrido los ajustes impuestos por Bruselas, esa relación se rompe. Este joven de Mafra, en el extrarradio de Lisboa, tiene la misma voluntad de inquietar que cualquier otro artista de esta época; sin embargo, su obra no se guarda en una galería. Aunque todavía no le ha reportado ningún tipo de gratificación económica, su iniciativa ha tenido gran repercusión en las redes sociales, lo que ha permitido colar estos mensajes a cientos de miles de kilómetros de este rincón de la Península Ibérica, de lo que se siente satisfecho.

«Vivimos en un tiempo de multiplicación de estímulos visuales, pero la mayoría de esos estímulos resultan de publicidad agresiva, de imágenes identificables, de mensajes poco creativos con objetivos claros. Y cualquier manifestación que huya a estas características acaba por ser relativamente excéntrica», defiende Silva. El creador comenta también la inevitabilidad de la crisis económica como materia prima artística: «Es inevitable abordarla en mis trabajos, toda vez que la actualidad despierta mi sentido más cínico. Sobre todo, cuando pienso en poder utilizar el tema con algo de humor». Una sonrisa que también está presente en la propia denominación de la iniciativa: «Lost-it» (piérdelo) en oposición al nombre original del objeto (post-it), que fue creado, precisamente, para recordar las cosas.

 «La dictadura de no hay otra manera», «el mundo está alcanzando mínimos históricos de interés», unos mensajes bastante contundentes y generalistas que se mezclan en las calles con otros de carácter más íntimo: «Cuando una vez es para siempre». También hay apartados completos dedicados a otros artistas, como aquel referido a Hemingway. Pero una iniciativa tan pegada a los problemas diario no puede obviar otras cosas tan cotidianas como la música y el fútbol.