Una Cataluña «sin papeles»

BARCELONA- El debate sobre las consecuencias de la Cataluña independiente va ganando espacio poco a poco. Muchas de las secuelas están relacionadas con la expulsión de Cataluña de la Unión Europea, un hecho que tan siquiera Artur Mas se atreve a negar. «Es evidente que si Cataluña fuera independiente habría muchas cosas que se deberían volver a conseguir y eso demuestra la inviabilidad de esta opción», advirtió ayer la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, desde Lleida. Para ejemplificar esta advertencia citó dos casos: el de los títulos universitarios –cuya homologación europea quedaría suspendida una vez puesto marcha el estado catalán– y el de las transferencias derivadas de la Política Agraria Común (PAC). «Se ponen en riesgo estas cosas y no explicar los riesgos de una Cataluña independiente, que sería claramente inviable, que quedaría aislada de Europa, que no podría disfrutar ni de las ayudas ni del euro, creo que sería el error histórico más grande que podemos cometer», afirmó Sánchez-Camacho.

Los títulos universitarios son sólo la punta del iceberg de las consecuencias que, según los populares, puede traer la independencia. Sánchez-Camacho no quiso enumerar ninguna otra, pero su equipo ya ha comenzado a pensar en otras dudas que se ciernen sobre la Cataluña independiente. ¿Qué ocurrirá con licencias de transporte (de mercancías y de pasajeros) para poder circular por toda Europa? ¿Y con los visados de turismo, permisos de conducción y otros documentos que valida la UE? ¿Y con los coches, qué ocurrirá con la homologación comunitaria? Mas, probablemente, no dará respuesta a ninguno de estos interrogantes porque hay otros mayores. ¿La Cataluña independiente sería una monarquía o una república? ¿Tendría Ejército? El camino es muy incierto.