Alemania descarta implicar al BCE en el crecimiento y el empleo

MADRID- Sólo dos días después de relajar su postura sobre la inflación para fomentar el retorno al crecimiento en la zona euro, el Bundesbank rechazó ayer la tesis del nuevo presidente francés, François Hollande, sobre la posibilidad de cambiar los estatutos del Banco Central Europeo (BCE). El dirigente galo ha propuesto una mayor implicación de la institución que preside Mario Draghi en el crecimiento y el empleo, lo que implicaría un cambio en su función actual de luchar por la estabilidad de precios en el conjunto de países de la moneda única.
«Un cambio de los estatutos del BCE sería peligroso. Puestos de trabajo y crecimiento se crean mediante la actividad empresarial. El Banco Central hace su mejor aportación preocupándose de que los precios estén estables», señaló Jens Weidmann, presidente del Bundesbank y miembro del consejo del BCE, en declaraciones que recoge el diario germano «Süddeutsche Zeitung».
Hollande viajará esta semana a Berlín para entrevistarse con la canciller germana, Angela Merkel, en el primer encuentro desde que el dirigente galo ganara las elecciones francesas.
Compra de bonos
En línea con Draghi, Weidmann tampoco quiso dar pistas sobre la futura actuación de la institución respecto al programa de compra de bonos soberanos de la zona euro en el mercado secundario. Se limitó a señalar que el plan «puede ser reactivado» y reiteró su oposición al mismo. «Ya sabéis mi posición al respecto: el BCE no fue creado para financiar a los estados del euro», dijo.
Respecto a la política monetaria del organismo, Weidmann insistió en que «aún es pronto» para terminar con las medidas de estímulo de la institución ante la crisis de deuda. El BCE lleva dos meses sin comprar deuda de los países europeos después de realizar dos macrosubastas de liquidez al sector financiero por valor de más de un billón de euros en diciembre de 2011 y febrero de este año.

El Tesoro prevé captar otros 3.000 millones
El Tesoro prevé captar mañana entre 2.000 y 3.000 millones de euros en Letras a doce y dieciocho meses, títulos para los que tuvo que ofrecer sendos intereses marginales del 2,738% y del 3,2%, respectivamente, en la última subasta. El jueves 17, la institución que preside Íñigo Fernández de Mesa emitirá obligaciones a tres, cuatro y cinco años.