SEAT

Los 60 añitos de Seat

La Razón
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Los aniversarios con cifras redondas suelen ser motivo suficiente para que las marcas realicen campañas de imagen habitualmente basadas en recordar a los consumidores los años que han estado junto a ellos. Es del caso de Seat, que cumple sesenta años desde que aquella Sociedad Española de Automóviles de Turismo comenzase la fabricación de los primeros coches en esa dura década de los 50. Y lo celebra asegurando que «Esto no ha hecho más que empezar», rodeada de niños y con la canción «Amigos para siempre», repleta de optimismo y buenos recuerdos para la mayoría.
Pocas marcas están tan íntimamente encarnadas con el consumidor español como Seat. Durante muchos años fue prácti-camente la única posibilidad de tener un coche para la mayoría de la población, salvo aquellos toreros que compraban el automóvil importado más grande que «haiga», como se los conocía popularmente. Los Seat 600 fueron los iconos de la «automovilización» de la España de los 60, como los 127 lo fueron más tarde en la «modernización» de los 70, y los Ibiza en la apertura de los 80. Fue en esa época cuando se temió por el futuro de la empresa tras la salida de Fiat, hasta que pasó a formar parte del Grupo Volkswagen, en el que afortunadamente mantiene su identidad y en gran medida su carácter de marca española.
La campaña publicitaria de aniversario, obra de la agencia Atlético International, no se queda en los anuncios de televisión, prensa y radio, pues abre por primera vez para la marca un canal en YouTube que ofrece un paseo virtual por los coches más emblemáticos de Seat, sus actividades de I+D+I, o cómo serán sus futuros coches eléctricos, además de concursos interactivos con los consumidores. Claro que el conjunto de la campaña deja una sensación fría para una marca tan «nuestra» como Seat. Más allá del recurso clásico a los niños para despertar emoción y simpatía, los mensajes de que es la marca de coches líder de ventas y en I+D en el mercado español, que exporta a más de 70 países y «como siempre, seguimos mirando al futuro», son los típicos que quedan muy bien en la memoria contable y bursátil de una compañía, pero parecen metidos con calzador en medio de una fiesta infantil. Aunque la haya pagado Seat.