Un sector del PP quiere escenificar la vuelta de Camps en Sevilla

VALENCIA/MADRID- Los populares valencianos seguían ayer con la celebración. El honor a un partido y a una autonomía había quedado restablecido tras el veredicto que exculpa a su ex presidente, Francisco Camps, y al ex secretario general del PPCV, Ricardo Costa, de haber cometido un delito de cohecho impropio pasivo.

Se hablaba, como no podía ser de otra manera, de cuál es el futuro que les aguarda a ambos, pero de manera muy especial del ex presidente, que dimitió el pasado mes de julio para afrontar un juicio ante un jurado popular. ¿Qué legitimidad tendría ahora de exigir su puesto? ¿Qué puede pedir? Aunque nadie lo reconoce en primera persona, se están produciendo movimientos «sottovoce» que dicen que Camps tiene derecho a pedir la recuperación de la Presidencia de la Generalitat. Es más, si lo pidiese, afirman que tendría apoyos. Podría materializarse con un primer paso que sería la «reconciliación» en el partido que podría producirse en el Congreso de Sevilla.
Sin embargo otro sector opina que la recuperación de su estatus político no puede llegar tan lejos. Llaman a la reflexión, a respetar los tiempos y apelan al sentido común. La dinámica seguida tras la dimisión no tiene vuelta atrás y ven que su vida política no ha acabado y, por ello ven posibilidades de que Camps tenga relevancia dentro de la estructura política.

La dirección nacional del PP oficializó ayer por segundo día su satisfacción con el veredicto de absolución que ha recibido el ex presidente de la Generalitat Francisco Camps, pero, de momento, se queda ahí y no anticipa ninguna decisión formal sobre su rehabilitación política. En Valencia se ha abierto una nueva etapa con Alberto Fabra, apoyada por Mariano Rajoy, y a la que en ningún caso se le dará marcha atrás. La principal preocupación es limitar la fractura dentro de la organización regional. Por tanto, esa hipotética rehabilitación tendría que pasar por Madrid y, quizás, por ese Congreso de Sevilla, que se celebrará a mediados de febrero. Fuentes solventes confirmaron ayer a este periódico que «de eso no hay nada de nada decidido», y como ya anticiparon el pasado miércoles, su intención es «tratarle bien», pero con calma. Preguntado al respecto, el presidente del Gobierno señaló ayer que en el PP Camps «cuenta como cualquier otro dirigente» y que es un «dirigente muy importante con una trayectoria muy conocida». Dijo que «siempre» acatará y respetará las decisiones de los tribunales, aunque «unas gusten más y otras menos». «Estoy contento. Ayer llamé al señor Camps, porque al final los tribunales han dicho que no era culpable, que era inocente. Él pasó una etapa muy dura y a partir de ahí ya veremos qué es lo que ocurre en el futuro», dijo. En las filas populares se especula sobre la posibilidad de que le ofrezcan un cargo en la dirección nacional e incluso un destino en el exterior.

Fabra: «Camps debe reflexionar»
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, afirmó ayer que Camps se merece un tiempo para reflexionar y decidir sobre su futuro porque «ha sufrido mucho». Fabra, quien accedió a este cargo tras la dimisión de Camps el pasado mes de julio, aseguró que es el ex presidente quien ha de hablar. Su vuelta a la primera línea política depende de él. Camps mantiene su escaño en las Corts Valencianes y como expresidente es miembro nato del Consell Jurídic Consultio. Fabra insistió en que su dimisión «demuestra su talla política, es un gesto que le honra», así confía en que, tal y como tomó esa decisión, «libremente», ahora «sabrá lo que tiene que hacer porque siempre ha demostrado mucho sentido común». Considera que el veredicto rehabilita tanto a Camps como a Costa.