País Vasco

800 sms para un comunicado

Las horas previas al anuncio de ETA, el líder del PNV, el presidente y los abertzales «achicharraron» sus móviles

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, saluda al Martin Garitano y Juan Carlos Izaguirre, momentos antes de iniciarse la «conferencia de paz» del pasado lunes
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, saluda al Martin Garitano y Juan Carlos Izaguirre, momentos antes de iniciarse la «conferencia de paz» del pasado luneslarazon

MADRID- A lo largo de las jornadas previas y posteriores al 17 de octubre, el cruce de llamadas y de sms se intensificó entre los líderes políticos. No era para menos. Conscientes de la que se avecinaba, los teléfonos de José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, Antonio Basagoiti, Patxi López, Jesús Eguiguren e Iñigo Urkullu, que recibió y envió más de 800 sms en menos de tres días, echan aún humo.

Horas antes de que Eguiguren anunciara el martes 11 de octubre su participación en la «conferencia de paz», el lendakari telefoneó al presidente para consultarle la conveniencia de que una delegación de los socialistas vascos acudiera a esta cumbre, confirman a LA RAZÓN fuentes del Ejecutivo vasco. La respuesta de Zapatero fue afirmativa. De ahí la presencia del presidente del PSE, escoltado por Carlos Totorika, en el Palacio de Aiete, escenario de la «cumbre de paz», organizada el lunes por Lokarri y el Grupo de Contacto liderado por el surafricano Brian Currin. Pero Zapatero ya conocía de antemano por boca de Urkullu los preparativos de este evento. El nacionalista le había informado de sus contactos durante las dos semanas previas al 17-O con los cuerpos diplomáticos galo, americano e inglés sobre el evento.

Urkullu, junto a Eguiguren, ha jugado un papel de «enlace» durante este proceso entre las distintas fuerzas políticas y la izquierda abertzale, según admiten socialistas y nacionalistas. De hecho, a la salida del Palacio de Aiete este lunes, ajeno a miradas indiscretas, telefoneó a Zapatero, con quien mantuvo una larga conversación sobre la conferencia. Urkullu le expresó su satisfacción por el resultado de la misma. Más tarde, hizo lo propio con el presidente del PP. Con Rajoy, según fuentes del PNV, mantuvo un breve contacto. Sin embargo, se explayó, según estas mismas fuentes, con el presidente del PP del País Vasco. Las llamadas de Urkullu a Basagoiti se reprodujeron a lo largo de la semana, puntualizan otras fuentes nacionalistas.

El propio Basagoiti desmintió ayer a LA RAZÓN que hubieran conversado él o Rajoy con Urkullu en los últimos días. De hecho, el líder popular recibió, al igual que Rajoy, el martes a las 9:30 horas un sms del peneuvista en el que se ofrecía a contarles el contenido de la cumbre. Basagoiti achaca esa «mentira» de Urkullu a su deseo de convertirse en «correa de transmisión» entre el mundo abertzale y el resto de los partidos, incluido el PP, «ahora que ve que Bildu le come el terreno...». En el PNV se da prácticamente por descontado que no conseguirá, por primera vez, contar con grupo propio en el Congreso. «Pero era fundamental que Batasuna volviera a las instituciones para acabar con ETA», asegura un destacado dirigente penuvista.

Según los nacionalistas, Urkullu contactó también el lunes pasado con los asistentes internacionales a la conferencia, al término de la misma. Veinticuatro horas después, todos los dirigentes de los diferentes partidos se prepararon para cualquier tipo de comunicado etarra, previsto por todos para el miércoles. Sin embargo, la declaración no llegó en esa jornada. Ese mismo día, Urkullu, que mantuvo una intensa comunicación con dirigentes batasunos, contactó a primera hora de la mañana con Basagoiti y Zapatero. En esas conversaciones, según el PNV, se mostraron expectantes sobre cómo sería el comunicado de ETA, que «ya todos conocían se produciría el jueves a las 7 de la tarde». Basagoiti niega esa llamada. Con precisión matemática, recuerda que fue el consejero del Interior quien le telefoneó el jueves a primera hora de la mañana para informarle de que el comunicado se daría a conocer a las siete de la tarde de ese día.

A partir de ese momento, todos contaron con cierta inquietud las horas que faltaban hasta las siete de la tarde para cotejar la redacción exacta de la declaración de ETA. «No las teníamos todas con nosotros», según el PSE. Una vez conocido el comunicado el cruce de llamadas se intensificó. Pero los móviles aún siguen sonando.


Eguiguren y los «tres años más»
Se podía leer la contrariedad en los rostros de Eguiguren y Urkullu con las conclusiones de la «conferencia de paz», pactadas de antemano con Batasuna y ETA. Ambos conocían la filosofía, pero ignoraban su contenido exacto. De ahí que ninguno esperara que los analistas internacionales vincularan el fin de ETA a la apertura de una mesa de partidos. Tras conocerlas, un noqueado Eguiguren advirtió de que «estaremos otros tres años más de resoluciones» etarras.