Crítica de libros

El Cristo de la Buena Muerte

La Razón
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La habilidad del Gobierno para crear problemas donde no existen es ilimitada. Es capaz de sorprendernos en el momento más insospechado. Un sector del PSOE defiende la eutanasia e incluso hay quien es más radical y desearía extender el suicidio asistido a personas sanas. Al igual que se banaliza el sexo, el aborto y tantas otras cosas por qué no hacerlo con la muerte. Los que se cansen de vivir o molesten a sus familiares se les da el pasaporte y todos tranquilos. Hay que ser egoístas. Es un enorme despropósito, pero de momento nos quieren colar una regulación polémica e innecesaria bajo el epígrafe de la «muerte digna». Más adelante ya veremos. Hace un tiempo visité en Palencia al Cristo de la Buena Muerte en el monasterio de las Claras, algo casi heroico porque soy muy aprensivo. Nada mejor que una buena muerte, pero que no sea como consecuencia de que nos apiolen. Este tipo de polémicas le vienen muy bien al Gobierno, que le gusta legislar sobre temas que no tienen una auténtica demanda social y así no hablar de los que realmente preocupan a los españoles.