Bruselas
Àngels Margarit: «La cultura es un tipo de nutrición importante para la sociedad»
La compañía Mudances celebra mañana en el festival cartagenero sus 25 años de trabajo
MURCIA - Bailarina, coreógrafa y pedagoga, Àngels Margarit (Terrassa, 1960) regresa mañana al festival cartagenero «Mudanzas, encuentros con la nueva danza» donde celebrará los 25 años de su compañía Mudances. Lo hará con una mirada retrospectiva, una mirada a Kolbebasar, una de sus piezas más emblemáticas estrenada en 1988 y que se podrá ver en el Nuevo Teatro Circo de la ciudad portuaria.
-De todas las piezas del primer periodo de Mudances, ¿por qué Kolbebasar?
-Kolbebasar es una pieza muy radical y minimalista de la primera época, que para nosotros fue muy importante porque nos abrió las puertas a todos los festivales de vanguardia europeos y además, es una obra muy interesante. Afortunadamente teníamos videos para recuperarla y todavía tiene mucha vigencia y actualidad.
-¿Cuál es el balance de este cuarto de siglo de Mudances?
-Para mí el balance es positivo y creo que el esfuerzo ha merecido la pena, a pesar de que es un oficio complejo, en un país que también lo es, en el sentido de que existen pocas condiciones para trabajar.
-En estos 25 años, ¿cuál ha sido el mayor disfrute, el de danzar o el de crear?
-Son placeres diferentes, pero uno sin el otro no podrían existir. Interpretar para mí es muy importante, pero poder concebir una obra, es otro tipo de desafío intelectual que también es fundamental.
-¿A qué ha tenido que renunciar por una vida completamente entregada a la danza?
-Renuncias a muchas cosas, pero también tiene que ver con el carácter. Para mí es un lujo haber tenido dos hijas, teniendo en cuenta que no puedes dedicar tiempo a mucha otra gente. Apenas puedes tener amigos fuera del trabajo y hacer otras cosas. Pero realmente no me lo planteo como una renuncia, porque lo cierto es que me considero muy afortunada por poder dedicarme a lo que me gusta.
-Si no se hubiese dedicado a la danza, ¿qué cree que estaría haciendo ahora?
-Algo relacionado con el arte, la creación y las artes visuales. También me interesa muchísimo la pedagogía y la arquitectura. Pero lo cierto es que me gusta más sentir el espacio que calcularlo.
-¿Cuál es el diálogo más difícil de establecer, con el cuerpo, con el espacio o con el espectador?
-Con el espectador, si el diálogo es bastante habitual y constante, crecemos juntos y es muy fluido. El problema es que hay muy poca danza durante el camino, porque cada creación es un paso más, si el público no te sigue en los diferentes espectáculos es difícil dialogar y que le llegue.
-Además del movimiento y la energía, ¿cuáles son las herramientas de un bailarín?
-Hay muchas. El bailarín es un comunicador, un transmisor y un artista. El intérprete acoge unas formas, las hace suyas y las transmite al espectador. Es una suma de energía, movimiento y técnica, pero también capacidad de comunicar con el público y con los compañeros.
-¿Qué consecuencias ha tenido ser merecedora del Premio Nacional de Danza 2010?
-La consecuencia inmediata ha sido la visibilidad. Para mí fue una sorpresa muy agradable y estoy muy agradecida por el reconocimiento, que además ha coincidido con los 25 años de trabajo.
-Usted pertenece a la primera generación de bailarines contemporáneos surgidos del Instituto del Teatre de Barcelona a principios de los ochenta, ¿cómo ve la situación de la danza contemporánea en la actualidad?
-La situación ha ido cambiando con los años. Todavía es difícil tener buena formación, programaciones de forma regular y que la danza esté presente de una forma normal en la educación, en las escuelas, como profesión y como patrimonio cultural para el público en general. Todavía nos quedaría mejorar en este punto, pero es cierto que la danza está mejor, más normalizada como ocurre en otras artes. Creo que también la gente se da cuenta de que, en una sociedad tan tecnológica y sofisticada, el cuerpo siempre te da algo muy genuino y esencial que hace falta.
-¿De qué manera le ha afectado la crisis a la danza?
-Le afecta muchísimo con los recortes a todo. Hay menos trabajo y es complejo. También es cierto que somos grandes luchadores y nunca ha sido una profesión fácil. De modo que pondremos resistencia (risas). Ojalá no se recorte mucho más, porque la cultura también es salud y un tipo de nutrición importante para la sociedad.
-¿Qué otros proyectos a corto y largo plazo tiene previsto?
-A corto plazo estoy preparando un dúo para el festival Grec con un coreógrafo suizo que está en Bruselas que se llama Thomas Hauer y que está haciendo una experiencia nueva con otro creador. También estoy trabajando con la Compañía Nacional de Danza con una pieza que se estrenará en junio.
AL DESNUDO
Sueño con volar
Le gusta dibujar
Su filosofía es fundirse con el paisaje
Le preocupa el clima, el trabajo, las nuevas generaciones y lo que pasará
Admira la generosidad
Detesta la hipocresía
Su virtud: volver a empezar cada día para hacerlo mejor
Le emociona sentirse cerca de otra persona
Su referente su madre
Le alegra la sonrisa de sus hijas
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