Recio corrige a Griñán: reformar los servicios de empleo estaba previsto

SEVILLA- Dos fueron los grandes anuncios que hizo José Antonio Griñán tras reunirse el lunes con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero: la reactivación de varias obras paralizadas por Fomento y el acuerdo entre ambos Gobiernos para reformar, a partir de septiembre, los servicios públicos de empleo. El primero de ellos, ya fue eclipsado por el ministro de Fomento, José Blanco, que tras reunirse con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, anunció doce días antes las obras «salvadas» por su departamento. El segundo de ellos, fue desmentido desde dentro de su propio Ejecutivo: el consejero de Empleo, Manuel Recio, aseguró ayer a Ep que la Junta trabaja en la reforma de los servicios de empleo con anterioridad a la cita entre Griñán y Zapatero.

Las palabras de Recio no pretendían contradecir al presidente andaluz, sino responder a los sindicatos, que el pasado martes mostraron su recelo ante la reforma anunciada. Sin embargo, para contentar a unos, atacó a otro: «En Andalucía ya se estaba poniendo en marcha esta reforma que pasa por la constitución de una agencia especial en este ámbito».

¿En qué consistirá esa anunciada reforma que se pactará con el Gobierno?. La respuesta la ofreció el propio Recio: «Pretendemos que todos los recursos que tienen los andaluces en el SAE se potencien, algo que verá mejorado en el nuevo marco de colaboración con el Gobierno central».

La realidad es que ambos Ejecutivos ya tenían prevista esta reforma –cada uno en su ámbito de competencias– antes de la entrevista entre los presidentes.

En el caso del andaluz, viene recogida en el VII Acuerdo de Concertación Social, firmado con la patronal y los sindicatos. En el denominado «Eje 1. Empleo y capital humano» se establece como prioridades el «impulso del Servicio Andaluz de Empleo» .

Recio anunció que en septiembre convocará a los representantes empresariales y sindicales para avanzar en esta línea. Pero es que el Gobierno central también tenía como prioridad impulsar «cambios profundos» en las políticas activas de empleo, una de las «asignaturas pendientes» –así lo definió Zapatero en una comparecencia pública el 30 de julio– para salir de la crisis. «Esto va a obligar a cambiar muchas cosas», añadió. La transformación no sólo será en Andalucía, también en el resto de comunidades.