Crisis económica

Economía y elecciones anticipadas Por Carlos RODRÍGUEZ BRAUN

Las medidas de ajuste del último año no fueron fruto del talento y la generosidad, sino porque el Gobierno quiso evitar la suspensión de pagos

La Razón
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Los políticos de todos los partidos, sea que estén en el Gobierno o en la oposición, tienden a pensar que son indispensables para la prosperidad general, y que el crecimiento económico es una variable completamente dependiente de la política. De ahí que el Partido Popular, con Barbie a la cabeza, insista en que los socialistas deben marcharse y convocar elecciones anticipadas. Añaden que la economía sólo se recuperará si hay elecciones, y ganan ellos, claro. Los socialistas, con Smiley a la cabeza, argumentan que su política es la que España necesita, y que nuestra economía saldrá de la crisis gracias a las medidas que el Gobierno, pensando más en la patria que en sus propios intereses, ha acometido con valentía y generosidad. Sospecho que ninguno tiene razón.

La riqueza es producida por los ciudadanos libres, los trabajadores y los empresarios. Ningún Gobierno genera riqueza, aunque su acción puede obstaculizar en mayor o menor grado la que generan los ciudadanos. Por tanto, no es cierto que la economía se va a recuperar sólo cuando gane el PP. La economía se está recuperando ya, aunque lentamente, y de no mediar catástrofes europeas seguirá ese camino y el PP ganará las elecciones como las ganó en 1996: con una economía al alza.

El crecimiento no se ha producido gracias a los socialistas, y en ese punto son ellos los que desbarran. España vuelve a crecer gracias al brutal ajuste protagonizado por trabajadores y empresarios, mientras que Smiley y sus secuaces nunca colaboraron con ellos. En la fase expansiva aumentaron irresponsablemente el gasto público por encima del crecimiento del PIB, y no liberalizaron la economía.

Cuando vino la crisis, o no han hecho lo correcto o no han hecho más que a regañadientes, tarde y mal, lo que hay que hacer: bajar los impuestos, bajar el gasto público, bajar la deuda pública y abrir los mercados, no sólo el de trabajo. Las medidas de ajuste del último año no fueron fruto del talento y la generosidad, sino simplemente porque el Gobierno se dio cuenta de que el enloquecido aumento del gasto llevaba a España a la suspensión de pagos antes de 2012, y quiso lógicamente ahorrarse ese bochorno. Pero la recuperación se produce y se producirá a pesar de los socialistas y no gracias a ellos.

En tales condiciones, ¿le conviene a la economía española un adelanto electoral? Mi conjetura es que da lo mismo. Si se adelantan, ganarán Barbie y los suyos, y no harán nada muy diferente de lo que ha hecho la banda de Smiley en los últimos tiempos.

Abroquelado ideológicamente en torno al Estado del Bienestar, al que no se atreve a tocar por temor a ceder terreno a la izquierda, el PP sólo tiene margen para una denominada «austeridad» que significa reducir los asesores, los coches oficiales o los teléfonos móviles, o sea, muy poca cosa. Igual que los socialistas.

Si las elecciones no se adelantan, eso sólo puede querer decir que Smiley seguirá con sus tímidos ajustes y reformas, a la espera de que la economía esté mejor en 2012 que en 2011, lo que es perfectamente posible, entre otras cosas porque en 2011 está de momento mejor que en 2010, y en 2010 ya estuvo mejor que en 2009.

Eso permitirá a los socialistas mitigar el probable castigo en las urnas, porque alegarán que todo lo bueno se debe a su esfuerzo, eficacia y abnegación. No dirán la verdad, claro, pero no veo que tengan más alternativas políticas ni horizontes doctrinales.