Crisis del PSOE

Elecciones

La Razón
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Tanto el PSOE como el gobierno Zapatero deshojan en estos momentos la margarita del posible adelanto electoral para el mes de noviembre. No estaría mal que así fuera, pues el adelanto electoral es un clamor nacional que no sólo está en la calle y en la oposición, sino también dentro del propio socialismo español. No basta más que escuchar a Barreda, a Vara y a un montón de dirigentes regionales y nacionales que incluso hasta en el Consejo de Ministros se atreven a pedir el adelanto electoral. Frente a todo ello está Zapatero, que no quiere oír el palabro de adelantar las elecciones bajo ningún concepto. España lo necesita y su economía todavía más, pero desconocemos las razones que llevan al presidente del Gobierno a oponerse de forma tan radical a dicho adelanto, aún a sabiendas de que tendrá que aplicar medidas de ajuste que empeorarán el panorama electoral del PSOE ante las próximas elecciones. Los socialistas españoles perderán las generales de todas, todas. La clave reside en el tamaño del descalabro, pues no es lo mismo convocarlas con el paro aumentando en el mes de febrero de 2012, que con la contratación temporal de noviembre para la campaña navideña. Tampoco es lo mismo convocar elecciones con el desempleo en aumento tras el verano, así como con los datos estacionales de la EPA. Sea cual sea el escenario (noviembre o febrero) el PSOE se enfrenta a una difícil situación de la que no saldrá indemne. También habrá que ver para cualquiera de estos dos momentos la situación interna del PSOE, pues de recrudecerse la confrontación interna y aumentar en su ruptura la situación hará más insostenible el mantenimiento del Gobierno hasta febrero. También influirá en ello el interés de los barones por afianzarse al frente de la secretarías generales, lo que abundará en la descomposición interna.