Palma de Mallorca
El fiscal: «Matas era un gran gestor pero no del dinero público sino de su propia imagen»
"Matas era un gran gestor, sí, pero no del dinero público, sino de su propia imagen". Así de tajante ha iniciado el fiscal anticorrupción Pedro Horrach su relato en torno a los indicios delictivos que pesan sobre el expresidente del Govern en el marco del primer juicio del caso Palma Arena, y en el que no ha dudado en expresar su "indignación"al ver cómo "sin escrúpulos no se asumen las consecuencias penales derivadas de sus actos".
Durante la fase de exposición de los informes finales de las partes, el fiscal ha reservado palabras también para la figura de Antonio Alemany, a quien se ha referido como un periodista "rabiosamente independiente excepto del dinero y del poder", al haber resultado beneficiado en el año 2003 de un concurso "totalmente ficticio"que, lejos de dar cumplimiento al objeto para el que fue convocado -contratar una asesoría externa en materia de comunicación- fue utilizado para enmascarar los pagos por la redacción de los discursos del exmandatario del PP.
En una contundente y extensa intervención, que se ha prolongado durante cerca de tres horas, Horrach ha reconocido que durante el interrogatorio de Matas cometió un "error imperdonable": "no le pregunté si de hecho fue presidente en el mandato 2003-2007 porque de sus respuestas se concluiría que era una pura figura simbólica sin responsabilidad alguna.
Y el conocido 'hágase' no lleva aparejadas consecuencias de estas características", ha remachado.
Al hilo de lo anterior, el representante del Ministerio Público ha mostrado su "indignación"no sólo ante "el saqueo premeditado de los fondos públicos"sino también al comprobar cómo no se asumen las consecuencias de sus actuaciones.
"Matas, con la anuencia de Alemany, da órdenes para convocar un concurso ficticio por el que a Alemany se le remuneran los discursos y permanece oculto para poder acceder a subvenciones, lo que a su vez permite a Matas conseguir a Alemany como discursista", ha aseverado el fiscal.
"Matas deseaba a Alemany, y sólo a Alemany", ha incidido Horrach ante el rostro de estupefacción de los dos acusados, que se sientan en el banquillo en el marco de la pieza número 2 del caso Palma Arena y dentro de la cual el expresidente se enfrenta a una petición de ocho años y medio de cárcel mientras que sobre el periodista pesa una solicitud de siete años y tres meses de prisión.
De hecho, para materializar sus pretensiones, ambos "utilizaron a un sinfín de personas tras las que se escondían", ha postulado el fiscal anticorrupción, quien ha considerado que de las declaraciones y pruebas practicadas durante la vista oral se concluye que Matas "sólo responde ante sí mismo".
Tras esta introducción, el fiscal ha pasado a numerar un rosario de pruebas contra el exjefe del Ejecutivo balear.
Entre ellas, que dio la orden de contratar a Alemany y que, lejos del desconocimiento administrativo que alegó Matas, éste tiene "profundos conocimientos sobre la contratación en la Administración", puesto que anteriormente había sido director general de Presupuestos y conseller de Economía y Hacienda.
"Matas no era ajeno a las consecuencias de sus decisiones, y lo contrario sería decir que Matas es irresponsable", ha incidido.
Horrach ha apuntado, asimismo, a la "estrecha relación de confianza"entre el exlíder autonómico y el conocido articulista, que a su juicio, "se prolongó durante al menos cuatro años, hasta finalizar la legislatura".
Además, ha manifestado que los discursos no eran una "función baladí", sino que "se infiere que Matas era conocedor de la situación profesional de Alemany, pública y notoria como colaborador en medios de comunicación de las islas".
En esta misma línea, ha recordado cómo después de que en octubre de 2003 fuesen emitidas dos facturas por Consultores de Información de Baleares -propiedad de Alemany-, el articulista "desaparece"y ya nadie volvió a hablar de qué forma debía ser contratado por parte del Govern.
"Pero es indiscutible que éste continuó redactando los discursos gracias a una opereta y un concurso fantasma en el que la figura de Alemany permanece oculta", ha espetado.
En su intervención, Horrach ha apuntado al "dominio"del expresidente sobre "todos los intervinientes"en este proceso y le ha calificado de "patrocinador de las actuaciones ilícitas para contratar a Alemany. Todos dependían de Matas".
En este sentido, ha considerado que, a pesar de que el acusado consideró en su declaración "serios y responsables"a sus subordinados y afirmó que en la administración hay "muchos controles para garantizar el buen uso de los fondos públicos", no es creíble que todos ellos "montasen un expediente absolutamente ficticio a espaldas del presidente".
A todo esto ha añadido que Matas llevaba personalmente todos los temas relacionados con la comunicación, y "no pudo ser otro más que él quien tomó la decisión de convocar el concurso justamente adjudicado a Nimbus, y sobre una materia sobre la que Matas está muy sensibilizado".
Por tanto, el fiscal ha incidido en que el exmandatario "lo autorizó y patrocinó". Hasta ese momento, Horrach había hecho alusión a una quincena de pruebas incriminatorias contra Matas y "aún no hemos hablado de las declaraciones de Joan Martorell y Miquel Romero", ha apostillado en referencia al exdirector general de Comunicación del Govern y del administrador de Nimbus, respectivamente, y que Matas y Alemany "han calificado de falsas por derivarse de un pacto con la Fiscalía".
Tras este inciso, el fiscal ha recordado que no hay constancia alguna de que fuesen prestados los servicios objeto de un concurso "totalmente arbitrario"en el que "se vulneraron el precio y la concurrencia".
Al respecto, ha apuntado que no hay en el expediente un "mínimo análisis económico sobre el coste del trabajo, porque es ficticio"y "los únicos que saben cuánto costarán los discursos son quien encarga el servicio, Matas, y quien lo analizará, Alemany", quien "pasó de cobrar 1.300 euros por los discursos iniciales a 4.300 euros mensuales tras el concurso".
De la misma forma que, ha aseverado, vulneraron "de forma flagrante"la concurrencia, de ahí que se declarase "la declaración de urgencia"para acortar los plazos del expediente, lo que ha considerado una "decisión política".
"El que debe decidir que la elaboración de discursos es inaplazable es el que lo necesita: Matas", ha espetado en este sentido.
En este contexto, el fiscal ha recordado que "era conocido que a Alemany se le pagaban los discursos del presidente"y ha considerado probado que el concurso sobre asesoría externa servía para amparar los pagos al periodista, tal y como lo avala la documentación obrante en la causa.
De hecho, la declaración del propio articulista "acredita que era conocedor de que el concurso le servía de pantalla para cobrar la realización de los discursos", ha incidido.
Uno de los últimos argumentos esgrimidos por Horrach para justificar el amaño del concurso radica en el hecho de que "el interlocutor de Alemany era Matas, no Romero, porque sabía que es el que decidía", al tiempo que ha apuntado que "el único que podía influir en los contratos a Nimbus, empresa que organizó parte de las campañas electorales del PP en 2003 y 2007, "era el presidente".
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