Barcelona

La prostitución callejera repunta por culpa de las mafias de inmigrantes

La Razón
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BARCELONA – Nuevas fotografías de prostitutas subsaharianas pilladas «in fraganti» en la calle Petritxol han puesto otra vez el debate sobre la mesa del alcalde de Barcelona. Además de un cambio legislativo para «terminar» con la prostitución y poner énfasis en la presión policial –este verano las multas a clientes han pasado de 128 a 254–, Xavier Trias quiere reforzar el presupuesto dedicado a la Agencia del Abordaje Integral del Trabajo Sexual (Abits), que entró en funcionamiento en 2006 como contrapeso de la ordenanza de civismo, y que ataca el fenómeno desde la vertiente más social.

La medida de gobierno, que se presentará en el pleno del viernes, prevé reforzar un 67 por ciento el presupuesto dedicado a la Abits, hasta alcanzar 1.381.936 millones. Tal y como explicó ayer la concejal de Mujer y Derechos Civiles, Francina Vila, la decisión llega después de que la agencia, que se encarga de contactar con prostitutas que ejercen en la calle para ofrecerles ayuda social, constate que la mayoría de mujeres es inmigrante.

El 85 por ciento de mujeres atendidas en 2010 era extranjera. Un 34 por ciento procede de países del Este, sobre todo de Rumanía; otro 34 por ciento es de origen latinoamericano; le siguen las nigerianas que, en un año, pasan a representar del 15 al 21 por ciento. En cuarto lugar, las españolas representan un 15 por ciento.

La mayoría de mujeres subsaharianas contrajeron una deuda con mafias que transportan a inmigrantes y, a diferencia de las del Este, no trabajan con proxenetas, sino que son sometidas desde lejos. Para revertir esta situación, el Ayuntamiento actuará en origen para evitar que estas chicas acaben prostituyéndose. Vila explicó que tienen localizada la ciudad y el barrio de origen de algunas prostitutas. La idea es sensibilizar y realizar proyectos en origen para que no se vean obligadas a venir a Barcelona.

La atención de mujeres también ha aumentado en 2010, se hicieron 18.000 atenciones a las 510 mujeres con las que trabaja la agencia, 104 más que en 2009. La cifra de mujeres atendidas contrasta con el número de prostitutas que el Ayuntamiento estima que trabaja en la calle, 140 –son las mujeres multadas–. Vila plantea conmutar estas multas por trabajos a la comunidad.
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