Asia

Benedicto XVI

Riada de vocaciones

«Silencio total. Unos segundos de oración. Tenemos que decir en silencio: Padre, manda obreros a tu mies... Agachaos todos, no os mováis, aquel que sienta que Dios le llama ¡que se ponga de pie!», clamó Kiko Argüello a una multitud de a la espera del momento más emocionante del Encuentro Vocacional que celebró ayer en la madrileña Plaza de Cibeles el Camino Neocatecumenal

Cientos de jóvenes suben al altar de Cibeles tras la invitación de Kiko Argüello a que entreguen su vida
Cientos de jóvenes suben al altar de Cibeles tras la invitación de Kiko Argüello a que entreguen su vidalarazon

Después de unos segundos de silencio y de expectación, empezó a levantarse una riada de jóvenes que se dirigieron presurosos al escenario situado junto al Ayuntamiento en busca de la bendición de los obispos que se encontraban en el acto. El iniciador del Camino puso música a las palabras del Apocalipsis y acompañó con su guitarra el momento álgido de un encuentro «inspirado por el Espíritu Santo», según dijo en varias ocasiones. Muchos corrían entre lágrimas de emoción, otros de la mano de sus amigos, en silla de ruedas... Había incluso niños. Todos se mostraban dispuestos a abrazar el sacerdocio o a ingresar en un convento.

Primero fueron los chicos: 5.000 en total contabilizó Argüello. Después, lo mismo ocurrió con las chicas: 3.200 salieron. ¿El balance final? 8.200 nuevas vocaciones para la Iglesia, la mayoría de las cuales irán a parar a la evangelización de Asia, dijo. Al encuentro de este «itinerario del redescubrimiento del bautismo», como le gusta llamar a Kiko Argüello al Camino Neocatecumenal, acudieron más de 200.000 personas, de todos los continentes. De hecho, Argüello empleó al menos tres cuartos de hora en saludar a todos los asistentes, la gran mayoría de los cuales ha acudido durante estos días a la Jornada Mundial de la Juventud. Entre ellos se encontraban seguidores de los lugares más insospechados: Malasia, Corea, Nepal, Pakistán, India, Angola, Madagascar, Sri Lanka, Ruanda...Argüello también saludó a los más de cien obispos y cardenales que acudieron a un acto sin corsés protocolarios. Entre los asistentes se encontraban el cardenal y arzobispo de Madrid Rouco Varela, el portavoz de la Conferencia Episcopal, Martínez Camino, los obispos de Alcalá de Henares, Calahorra, Huesca, Teruel, Zaragoza, León, Valencia....El de Córdoba saludó a los asistentes y anunció que había traído expresamente al acto la reliquia de San Juan de Ávila, al que precisamente Benedicto XVI ha anunciado en la JMJ que nombrará doctor de la Iglesia. Incluso estuvo presente un patriarca ortodoxo y el obispo de Brasil, quien invitó a los asistentes a la próxima JMJ en 2013.

Argüello, que compuso para la ocasión una obra sinfónica catequética sobre el sufrimiento de los inocentes, anunció que «hay una primavera real en la Iglesia, algo está pasando. España se ha quedado sobrecogida (dijo refiriéndose a la JMJ y ha llegado el momento de la evangelización».

Durante la liturgia de la palabra se leyó una lectura de Ezequiel y el Evangelio de San Lucas, mientras que durante el Kerigma (predicación del Evangelio), uno de los momentos destacados del encuentro, Argüello explicó como el actual Benedicto XVI fue el que abrió las puertas al Camino Neocatecumenal en Alemania, respaldado también por Juan Pablo II, que lo reconoció como un «itinerario de formación católica».