Copa Confederaciones

España se agota y pierde su identidad (1-1)

Un gol de Ramos adelantó a «La Roja». Giroud empató tras un error de Juanfran en el descuento

Desolación en Sergio Ramos y Xabi tras el empate, con Casillas al fondo cabizbajo
Desolación en Sergio Ramos y Xabi tras el empate, con Casillas al fondo cabizbajolarazon

MADRID- En la última jugada llegó el empate. Francia lo había buscado y como ayer no vimos la mejor versión de «La Roja», superada físicamente y tácticamente por el rival en el segundo tiempo, el gol de Sergio Ramos no bastó y habrá que esperar al partido de vuelta en marzo para saber quién va a ir a Brasil por la vía directa.

España no jugó bien. No leyó con claridad el partido en los momentos más complicados y, además, sufrió dos lesiones. En la primera parte se retiró Silva y en la segunda fue Arbeloa el damnificado en un partido que tuvo un poco de todo y en el que Deschamps acertó con los cambios. Los que hizo Vicente del Bosque fueron obligados y la entrada de Torres tampoco resultó ideal como había previsto el técnico.

Quiere Deschamps dotar a su equipo de fuerza y toque y así trató de plantear ayer el partido. Fuerte defensa, presión tímida en el centro del campo y balón rápido para los delanteros. Sabía Deschamps que discutirle la pelota a España es una utopía y así fue. Porque el balón es de Xavi, Iniesta, Busquets, Xabi Alonso y Cesc. No hay engaño. El patrón es siempre el mismo y cuando la pelota circula con rapidez y precisión el juego se hace excelso e imparable para el rival.

Quiso Francia cerrar espacios, juntar las líneas y dificultar el« tiqui-taca» español. Y unas veces lo consiguió y otras claudicó ante la visión de Xavi, los pases largos de Xabi Alonso, la magia de Iniesta y el ir y venir de Cesc como falso delantero centro. Además, Jordi Alba encontró un pasillo en la izquierda y Pedro se mostró incisivo y con una gran movilidad.
 El arranque fue español, pero Lloris no se estrenó hasta que Cazorla (min 15) le probó desde lejos. La entrada del asturiano, sustituto del lesionado Silva, no modificó el esquema. Francia defendía bien y atacaba mal. España percutía por la izquierda y el cuarto córner forzado por esa zona provocó el primer gol. Lanzó Xavi, cabeceó Ramos al poste y el balón llegó a Pedro, que centró para que el propio Sergio Ramos rematara sin oposición.
Hubo respuesta francesa, el partido tomó otro rumbo y llegó la primera parada de Casillas a disparo de su compañero. Llegaron luego la jugada del gol anulado a Menez, en teoría por fuera de juego de Benzema y el claro penalti a Pedro del central Koscielny. Lloris le adivinó la intención a Cesc y malogró el segundo gol. La primera parte terminó con un pase excepcional de Xavi que dio origen a dos remates consecutivos de Pedro y Cesc, que resolvió Lloris por reflejos y colocación.

La segunda mitad tuvo otra cara porque Francia se fue al ataque. La entrada de Valbuena le dio más profundidad mientras que Arbeloa se iba lesionado y entraba Juanfran en su estadio. Y llegaron los sustos para Casillas con Benzema de protagonista. España no tenía pausa, el partido era de ida y vuelta; los franceses encontraban espacios y «La Roja» sufría mucho. Sissoko fallaba un pase de Benzema que era gol y la entrada de Torres –ovación de gala para el ex rojiblanco– presagiaba un final a tumba abierta, de área a área, con la profundidad como objetivo. Francia puso intensidad, velocidad a través de Ribery y calidad con Benzema. Casillas tenía las orejas tiesas, aunque no paraba mucho. España no era la del toque, la de la precisión y acababa mal las jugadas. Un error de Juanfran (min 94) permitó un contragolpe francés con el balón en los pies de Giroud –acababa de salir– para lograr el empate, que Deschamps buscó en la segunda parte con sus cambios en una Francia que tuteó a España. Y es que «La Roja» no tuvo su día.