Acoso al maestro

Mucho se ha escrito sobre maestros que aterrorizan a sus alumnos. También sobre discípulos que atormentan a sus profesores, pero, ¿cómo se martirizan los docentes entre ellos? «La sala de profesores» lo relata a la perfección. Se trata de una sátira surrealista del mundo de los enseñantes pero no de la enseñanza. Todo arranca con el primer día lectivo de Martin Kranich, un maestro recién titulado que se ve atrapado en el sistema perverso de la escuela en la que comienza a trabajar.

Pronto descubre que los compañeros sobreviven a un sistema dictatorial y asfixiante impuesto por un engolado y petulante director que establece normas y contra normas para dirigir la vida del colegio. Los profesores sobrellevan la situación como quien vive en un Gulag educativo: con miedo al coordinador, a las evaluaciones, a las zancadillas del compañero o el alumno, a las reuniones, a las inspecciones, al espionaje, e incluso a la tortura...

El lamento es su único escape. En cada párrafo, el lector va sintiendo la prosa de Orths como un bisturí cuando relata la presión de los profesores, más propia de un cotolengo que de una escuela. Mitad bukoswkiana en parte salida de los peores delirios de David Lynch y con clarísimos ecos del Botcham de Natsume Soseki.