Barcelona

La alargada sombra del mito

La ausencia de José Tomás esta temporada despierta las dudas de los empresarios, los cosos españoles buscan nuevas fórmulas para mitigar una baja de tanto calibre 

La cornada del diestro ha generado nubes grises sobre la Fiesta
La cornada del diestro ha generado nubes grises sobre la Fiestalarazon

El peor varapalo posible. Los empresarios de las principales plazas de toros españolas coinciden en que la decisión tomada por José Tomás semanas atrás de cortar la temporada después de su gravísimo percance en Aguascalientes es un revés muy importante en una temporada ya de por sí complicada por culpa de la crisis.Y es que si el cemento se estaba convirtiendo en un aficionado más en los tendidos de la España taurina, ahora sin José Tomás, el cartel de «no hay billetes» va camino de convertirse en especie en peligro de extinción. La evidencia es clara. Nadie arrastra a la plaza como el torero madrileño. Sin ir más lejos, a nadie se le escapa que el abono de la venteña Feria del Aniversariotuvo el mejor reclamo posible consu doble incursión, más si cabe,después de la ausencia en la cartelería del año pasado. Perera y El Juli, otras dos de las figuras del toreo actual, entraron en ambas combinaciones para tratar de mitigar su ausencia, pero las devoluciones se dispararon en los dos casos, a pesar de tratarse de carteles muy bien rematados con otros nombres de peso como Sebastián Castella o Alejandro Talavante. Sin embargo, el tirón de la primera plaza del mundo fue gancho suficiente para volver a poblar los tendidos con nuevos compradores, algo que no será tan fácil de lograr en otros cosos de la geografía española y francesa. Así, precisamente, El Juli será también el sustituto de José Tomás en Barcelona este domingo, fecha marcada en un primer momento por el diestro para su posible regreso a los ruedos antes de anunciar el cerrojazo al 2010. Según los empresarios, aunque es innegable el descenso en la caja registradora, sí hay garantías de que las sustituciones con otros matadores de postín sirvan para difuminar las pérdidas. «Mucha gente en lugar de venir el día de José Tomás, vendrá a ver a Castella o a Ponce o a El Juli… La baja de José Tomás lo que debe servirnos a los empresarios es para firmar los carteles más rematados posibles, debe ser un acicate para esforzarnos más aún. Una baja así no afecta sólo a la tarde que está anunciado sino a retocar también varios paseíllos más», lamenta Óscar Chopera. Hasta cinco de las plazas que regenta junto a su hermano se han quedado cojas sin José Tomás en apenas un abrir y cerrar de ojos. Almería, Santander, San Sebastián y Salamanca, además de la ya celebrada en Bilbao, se quedaron sin «la gallina de los huevos de oro» del toreo. «Torero ilusionante»«A efectos de abonos no creo que sea muy sensible, apenas lo notaremos, donde sí habrá más estragos en la venta de entradas para corridas sueltas. Por lo general, los abonados suelen retirar su localidad de año en año con independencia de quien venga. Pero para captar a ese aficionado que sólo viene un día, todo lo que sea despertarle esa ilusión es bueno y José Tomás la despierta», comenta Chopera. El empresario desconoce qué efecto tendrá la ausencia en el resto de tardes que había cerrado su contratación, ya que «el de Bilbao fue un festejo con mucha fuerza por sí sólo». «Era el Centenario del Club Cocherito, que allí está muy arraigado institucionalmente y no tuvimos problemas en taquilla», asegura. Ahora, sin embargo, «no habrá ese llenazo que sí habría con José Tomás». «Habrá menos entradas vendidas, pero estoy convencido de que el aficionado se inclinará por acudir a la plaza otro día en su lugar y no habrá demasiados huecos libres», zanjó Óscar Chopera.A las cinco plazas de la familia Chopera, y las ausencias en ambos lados del puente aéreo, incluida la corrida de La Mercé, hay que añadir también la ausencia del espada en Huelva, Málaga, Linares, Valladolid, Murcia y la francesa Mont de Marsan esta misma semana. De este modo, saldará su año con tan sólo cuatro paseíllos completados. Cuatro privilegiados puntos de la geografía española, cuyos aficionados fueron los únicos afortunados en ver la mística del madrileño sobre el ruedo. Y es que se cuentan por millares las personas que han visto esfumarse el sueño de ver a su ídolo volver a jugarse la vida este año sobre el albero de una plaza de toros.