La Infanta Leonor celebró en familia su cumpleaños

«Aunque realmente era princesa y la infanta de España, sólo tenía un cumpleaños cada año». Así comenzaba Oscar Wilde su relato «El cumpleaños de la infanta», y bien podría referirse a la primogénita de los Príncipes de Asturias, que sopló ayer siete velas en su tarta. A pesar de que, desde su nacimiento, está llamada a ser Princesa de Asturias y la segunda heredera en la línea de sucesión a la Corona española, en su día a día vive ajena a todas las responsabilidades que le traerá su futuro. Siempre muy celosos de su intimidad, los Príncipes han querido educar a sus hijas, Leonor y Sofía, en el equilibrio entre su condición de Infantas y una vida normal fuera de los focos, por lo que ayer no realizaron ningún posado oficial y quisieron celebrar el cumpleaños en familia, en la más estricta intimidad. Sin embargo, la pequeña tuvo que esperar a que sus padres cumplieran con sus compromisos oficiales para festejar el aniversario. Por la mañana, ambos presidieron la entrega de los Premios Seres 2012 a la Innovación y el Compromiso Social en la Empresa, y nada más terminar el acto volvieron a casa para pasar la tarde junto a sus hijas.

Curiosa casualidad
La naturalidad y la gracia de la hija de los Príncipes, lejos de formalidades protocolarias, ha sorprendido desde aquel 31 de octubre de 2005. Ya desde pequeña, a su rostro angelical sólo le faltaban las alas para completar el personaje, y así acudió disfrazada a la fiesta navideña de la guardería de El Pardo cuando tenía dos años. La pequeña, sociable y extrovertida, tampoco tuvo problema en ponerse a bailar en una fiesta de fin de curso al estilo de Sandy en «Grease». Sin embargo, pese a esa carita dulce, la Prensa ha recogido más de una trastada de la nieta de los Reyes. La futura Princesa, que no tiene ningún reparo en decir que sale en las revistas «porque vivo en la casa de un príncipe», también bromeó con los jugadores de la Selección española cuando, ataviada con una camiseta del equipo, se sumó a la fiesta de los que acababan de ganar el Mundial de Suráfrica. Tal es la atención que despierta la futura Reina de España que cuenta incluso con su propia muñeca y, aunque todavía es pronto para que tenga su estatua, en un futuro quedará inmortalizada junto a sus padres en el Museo de Cera de Madrid.

Como curiosidad, justo a esta edad, 7 años, fue cuando el Príncipe Felipe fue nombrado sucesor a la Corona española, ya que en este momento Don Juan Carlos fue proclamado Rey.