Los testigos no reconocen a los acusados del crimen del botellón

Cinco testigos del apuñalamiento mortal cometido el pasado 25 de marzo en un macrobotellón en el Charco de la Pava no reconocieron ayer como autores a los dos acusados, de 33 y 17 años, que permanecen encarcelados, por lo que sus abogados anunciaron que van a pedir en breve su libertad.

Fuentes del caso informaron a Efe de que la juez de instrucción 1, que lleva la causa respecto al hombre de 33 años acusado como presunto autor material de la puñalada, tomó declaración a una mujer que presenció cómo caía la víctima, pero precisó que no vio el momento de la agresión ni al detenido por estos hechos.

La juez había citado a dos testigos, el segundo amparado por la Ley de Protección de Testigos, pero sólo compareció una joven que estaba en el macrobotellón.Ésta relató que la víctima, Francisco José Guerrero, de 23 años, se le cayó encima con el pecho manchado de sangre, pero no vio en los alrededores al encarcelado O. R. R., de 33 años.

A la vez, el juzgado de Menores tomó declaración a cuatro testigos que manifestaron que poco antes del homicidio vieron en las inmediaciones al chico de 17 años imputado, pero no le observaron participar en la pelea que se entabló ni intervenir en el homicidio «como autor, cooperador ni cómplice», aseguraron las citadas fuentes. Los testigos ratificaron que poco antes del homicidio hubo un incidente entre dos grupos de jóvenes derivado de los cables de un altavoz, pero en él no participó la víctima mortal.

El detenido mayor de edad es un obrero de la construcción en paro residente en San Juan de Aznalfarache, donde vive en la misma barriada que el menor de edad. A la vista de las declaraciones de ayer, los defensores de los dos encarcelados anunciaron que van a pedir la libertad, en el caso del menor porque la Policía sólo le acusó inicialmente de encubrimiento, aunque luego la Fiscalía añadió una imputación como coautor del homicidio.

Los dos presuntos autores negaron su participación en la muerte de Francisco José Guerrero y no fueron detenidos hasta el 8 de abril, tras lo cual los jueces dictaron contra ellos internamiento provisional sin fianza.