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Casi un siglo después los vencedores aún conmemoran el fin de la Gran Guerra

"A las 11 horas del día 11 del mes 11"los vencedores de la I Guerra Mundial conmemoraron hoy el armisticio con el que concluyó hace 94 años uno de los conflictos más devastadores de la historia, que costó la vida a entre 10 y 31 millones de personas, según distintos investigadores.

Desde entonces, los principales países vencedores de la contienda, especialmente el Reino Unido y Francia, recuerdan a sus caídos con ceremonias solemnes en las que hasta hace poco participaban los veteranos supervivientes.

La británica Florence Green, quien sirvió como auxiliar en una base de la Real Fuerza Aérea (RAF) y que era la última persona superviviente de cuantas participaron en ese conflicto, falleció en febrero pasado a los 110 años de edad.

La reina Isabel II de Inglaterra presidió hoy la ceremonia anual por los soldados caídos en combate desde la I Guerra Mundial (1914-1918), en un acto celebrado en el Cenotafio de Londres, ante el que depositó una corona de amapolas.

La amapola es el símbolo con el que los británicos (muchos de ellos portándola en la solapa) recuerdan a sus caídos en la Gran Guerra y se dice que fue adoptada para recordar que tras la contienda los campos de cultivo estaban cuajados de esas flores, que crecían salvajes y cuyo color rojo traía a la memoria la sangre de los millones de soldados muertos en el conflicto.

A las 11.00 hora GMT, los asistentes al acto londinense guardaron dos minutos de silencio para honrar a los caídos y recordar que en la undécima hora del undécimo día del undécimo mes de 1918 entraba en vigor el armisticio.

Por primera vez, un dirigente de la República de Irlanda, el primer ministro Enda Kenny, ha viajado a Irlanda del Norte para participar en la localidad de Enniskillen (condado de Fermanagh) en la ceremonia conmemorativa del Armisticio.

Al tiempo, el viceprimer ministro irlandés y titular de Asuntos Exteriores, Eamon Gilmore, hacía lo propio en Belfast, acompañado del ministro principal norirlandés, el unionista protestante Peter Robinson, y la ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers.

En Irlanda, la Gran Guerra tiene un doble significado, igualmente doloroso, pues mientras muchos irlandeses combatían en el ejército británico en Europa, en la isla se libraba una guerra de independencia contra el dominio de Gran Bretaña.

En Francia, el presidente de la República, François Hollande, rindió homenaje a los caídos en una ceremonia celebrada en el Arco del Triunfo de París y que ha estado marcada por la polémica por la pretensión de la clase política de ese país de convertir la fecha del 11 de noviembre en una conmemoración global de todos los caídos en todas las guerras en las que han participado franceses.

Asociaciones de excombatientes de otras guerras, como la II Guerra Mundial, la de Indochina o la de Argelia, ya han manifestado su disconformidad con una iniciativa en la que ven el peligro de "diluir"en un recuerdo común las circunstancias específicas que hubo en cada contienda.

Bélgica recordó hoy el Armisticio con dos actos, uno en Bruselas y otro en Ypres (oeste).

En la capital belga, la conmemoración estuvo presidida por el rey Alberto II, quien, junto al primer ministro, Elio Di Rupo, hizo una ofrenda floral en el monumento al Soldado Desconocido.

En Ypres, ciudad en la que las tropas alemanas usaron por primera vez un gas tóxico (la "yperita") como arma en un escenario donde entre 1914 y 1917 murió alrededor de un millón de soldados de ambos bandos, el príncipe Felipe de Bélgica recordó la fecha frente a la Puerta de Menen.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pronunció un discurso en el Cementerio Nacional de Arlington con motivo de la festividad del "Día de los Veteranos"y en recuerdo del Armisticio, informó la Casa Blanca.

La intervención de Estados Unidos en la I Guerra Mundial fue tardía, pues hasta 1917 no movilizó una fuerza expedicionaria a Europa, pero resultó decisiva para inclinar la balanza del lado de los Aliados (principalmente Francia y Gran Bretaña), que hasta entonces estaban librando una durísima contienda de desgaste con los Imperios Centrales (Alemania, Austria-Hungría y el Imperio Otomano).