La otra forma de gobernar de Griñán: sube los impuestos y baja los sueldos

SEVILLA- Demostrar que hay otra forma de hacer política contra la crisis. En ese objetivo esencial justificaron PSOE e IU su alianza de gobierno en Andalucía. Pero el Ejecutivo «de progreso» encabezado por el socialista José Antonio Griñán anunció ayer un histórico ajuste de 3.500 millones de euros, aproximadamente el 11% de un presupuesto autonómico de 32.020. De ellos, 2.500 –200 menos de los anunciados– se recortarán por la vía del gasto y 1.000 se espera recaudar por la de los ingresos, según explicó la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo.

El plan de reequilibrio, que la Junta achaca al cumplimiento del objetivo de déficit del 1,5% del PIB en este ejercicio y a los «impagos» del Gobierno central a la región, incluye la subida de impuestos a los andaluces y la «suspensión» temporal de derechos a los 239.399 trabajadores que el Gobierno regional tiene en nómina en la Administración general y los más de 22.000 empleados que suman las empresas públicas. Para empezar, en aplicación de la normativa estatal, se aumentará de manera «flexible» la jornada laboral de 35 a 37,5 horas de las plantillas públicas, para «no despedir a 30.000 personas», por lo que los funcionarios temen que desaparezca una parte «importante» de su nómina. De hecho, Martínez Aguayo calcula que la reducción salarial de sus empleados oscilará del 0 al 6,5%, dependiendo de categorías y puestos, con una media del 5%. Porcentaje aplicable a los altos cargos, incluidos Griñán, los consejeros y los viceconsejeros que ya «sufrieron» la pérdida de un 15% en 2011.

En el caso concreto de los interinos, se les disminuirá la jornada y por ende su sueldo en un 15%. A todos se les pedirá un nuevo «esfuerzo» por «responsabilidad» y se les mermarán entre un 30 y un 40% de manera «inmediata» los complementos adicionales de las pagas extra de junio y diciembre. A lo que hay que añadir una poda del 10% en las percepciones vinculadas a las retribuciones de carácter variable. En definitiva, pretenden ahorrar, con éstas y otras medidas, en torno a los 777 millones en el capítulo I relativo a los gastos de personal.

En el apartado de los ingresos, el Gobierno de izquierdas elevará la presión fiscal sobre la ciudadanía. Modificará en los últimos tramos la tarifa autonómica del IRPF, que pasará al 23,5% en el caso de rentas de entre 60.000 y 120.000 euros y al 25,5 para las de 120.000 euros en adelante, lo que supone un incremento de un punto. Una decisión con la que la Junta espera recaudar 25 millones de euros en 2014. Se multiplicará por 1,10 la tarifa actual del Impuesto de Patrimonio y por 2 el tipo de gravamen autonómico del impuesto sobre las ventas minoristas de determinados hidrocarburos hasta agotar la banda máxima permitida a las comunidades, con excepción del gasóleo de uso agrícola, lo que supondrá unos 120 millones al año.

El tipo de gravamen general de actos jurídicos documentados pasará del 1,2 al 1,5% para lograr 100 millones y se aumentará la tasa fiscal sobre el juego en la tarifa para máquinas recreativas, con el fin de recaudar 16 millones. La Junta quiere recuperar al menos un tercio de la cantidad adelantada de los fondos europeos, unos 500 millones, y obtener 350 por la venta y alquiler de activos patrimoniales «sale and lease back». Restará 10 millones a los sindicatos en ayudas y «liberados» y congelará la obra pública, es decir, la inversión.

Un despilfarro millonario
El presupuesto de la Junta de Andalucía para 2012 ascendió a 32.020 millones de euros, un 1,1% más que el año anterior, unas
cuentas expansivas pese a que se elaboraron en un contexto de clara
contracción económica. Sólo la financiación presupuestaria para
empresas, fundaciones y otras entidades asciende a 3.321 millones de euros. Hay casos que son muy significativos. La Radio y la Televisión de Andalucía le cuesta a la Junta 123.011.947 euros. Entre las agencias empresariales de mayor tamaño figura Agapa
(Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía), con entre 3.000 y 3.200 empleados y que tiene un presupuesto de gasto que se eleva a 231 millones en 2012,