Barcelona

Las llamadas gratis por internet móvil amenazan a las operadoras

Una nueva vertiente tecnológica se abre gracias al sistema VoIP, pero los gastos pueden recaer en el usuario.

El entonces consejero delegado de Microsoft, Steve Ballmer
El entonces consejero delegado de Microsoft, Steve Ballmerlarazon

MADRID- «Me debes 300 euros de teléfono». Me sorprendió la llamada de mi hermana muy temprano. Ése fue el inicio de mi inmersión en las tarifas planas de internet del teléfono, las llamadas «ilimitadas». El caso es muy habitual: compras un teléfono de última generación para conectarte con asiduidad a internet y te exigen permanencia de más de un año y una tarifa plana de entre 12 y 19 euros. El coste «real» de la conexión ronda entre los 300 y 500 euros al mes, y a cambio, capacidad para actualizar, descargar contenidos, chatear y llamadas gratis por videoconferencia.

Acaba de saltar a la palestra que empresas como Telefónica, a la que se le ha unido Vodafone, piensan ya en cortar por lo sano la tarificación «ilimitada» o plana. Uno de los motivos, aparte los ya citados de gastos del terminal, es la salida a bolsa de Skype, llamadas de voz a través de internet con 560 millones de usuarios. La semana pasada Google anunció que implementó un servicio integral de llamadas adscrito a su gestor de correo, Gmail, que tiene 200 millones de usuarios y que en su primer día de vida contabilizó un millón de llamadas. La nueva tendencia de los VoiP, (poder hacer llamadas a traves de la identificación del equipo o terminal en la red) está comenzando una nueva vertiente. Antes para comunicarte por internet necesitabas cámara y un micrófono con un programa instalado en los dos equipos. Ahora con poseer un teléfono de última generación y tarifa plana de datos, está hecho. Las empresas de telefonía ya le ven las orejas al lobo. Llamadas entre terminales con gasto cero. La solución pasa por ir eliminando estas tarifas planas e ir sustituyéndolas por una que tarifique el gasto real de datos de cada usuario. O bien grabarlo sobre los proveedores como Google.

Telefónica ya tomó posiciones en el nuevo mercado de las comunicaciones al comprar la red social Tuenti, con ocho millones de usuarios, y lanzar un servicio de conferencia por vídeo y voz. También se rumorea en la web que Cisco Systems, está detrás de hacerse con Skype, que en 2009 tuvo unos ingresos de 100 millones de dólares, antes de su salida a mercado, por un valor superior a 5.000 millones de dólares, con la intención de añadir para profesionales la posibilidad de reuniones online y comunicación entre empresas por internet.

Los usuarios han empezado a quejarse por la posibilidad de pagar de más por datos cuando en países como Japón la línea mínima, que es de dos megas, va incluida en los gastos comunes de comunidad y la línea de 100 megas cuesta sólo 14 euros.

Para Víctor Domingo, presidente de la Asociacion de Internautas, «el problema de fondo es la neutralidad de la red». «Hay que recordar que las compañías están vendiendo tarifa plana, el cien por cien del espacio, las 24 horas los 365 días del año. Si ofreces el 100 por cien tiene que ser medido. Las compañías deberían estar contentas. Si existe un 20 por ciento que masifica el uso de la red, habría que buscar otras soluciones como premiar al restante 80 por ciento para que lo utilicen más». Para Domingo habría que atajar otros problemas más urgentes como reducir los costes. «Seguimos siendo el quinto país más caro de Europa en cuanto a tarifas. Además todavía hay 4 millones de personas que no tienen acceso a la banda ancha», aclara el presidente de la AI. «El mercado ha sido incapaz de instaurar un sistema universal. El Gobierno tiene que actuar en este sentido. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, anunció que iba a haber un servicio universal en enero de 2011 con un perfil asequible. Ahora debería ratificar que la propuesta se llevará a cabo», insiste Domingo.

Lo habitual es que las empresas de telefonía se vuelvan locas por los distintos accesos que hay a internet desde un móvil, tarifen con precios astronómicos y reciban cientos de reclamaciones. Al final, una simple llamada, y siempre prorrateando, te devuelven el dinero y de pagar 300 euros, pagas 18. Mi hermana duerme tranquila.