El deporte rehace España por Jesús Fonseca

Somos los mejores. Estoy hablando del deporte español. De fútbol, por supuesto, pero no sólo. Nuestros deportistas están consiguiendo el desafío de rehacer España no sólo en apariencia sino también en la realidad. A los récords de nuestro Rafa Nadal que semana tras semana es protagonista en todo el mundo por sus hazañas tenísticas, además de por su bonomía, entusiasmo y buen sentido, se suman los de Fernando Alonso al volante de su Ferrari, los de nuestra estupenda selección de baloncesto, que meten el miedo en el cuerpo a las estrellas norteamericanas de la NBA, y, en estos días, el paso invencible de La Roja que cada dos años nos vuelve locos de entusiamo y contento. Y, todo ello, sin olvidar los éxitos menos espectaculares para las masas, pero igualmente valiosos que contribuyen a afianzar en el mundo la Marca España. ¿Qué hay detrás de estos logros? Pues hay esfuerzo, ahínco, capacidad de superación y de ir hombro con hombro. Hay, a fin de cuentas, lo que levanta la vida. Lo que nos hace mejores cuando se comparte arrebatadamente lo que se tiene. Nuestras chicas, nuestros chicos, están demostrando que conocen lo que se traen entre manos y saben lograr las cosas. Justamente lo que necesita España: tomarle el pulso a los negocios que diría Gracián, «sin irse por las ramas de un inútil discurrir o por las hojas de una cansada verbosidad, cansándose y cansando». Necesitábamos confianza, pues ahí la tenemos. No es ninguna memez esto que digo. Los éxitos del deporte español nos dan, aunque sólo sea psicológicamente, una mayor credibilidad ante Europa y el mundo. Nos hacen admirables. Si algo nos enseña la historia es que cuando los españoles nos lo proponemos a la hora de valer, hacer y saberlo mostrar, no se nos resiste nada. Los deportistas nos muestran el camino y yo quiero darles las gracias, mientras saboreo estas horas que no han de tener fin.