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Vertidos tóxicos para hacer ropa de marca

Greenpeace denuncia que varias compañías textiles, como Nike, H&M y Cortefiel, proveen sus productos de dos fábricas que vierten químicos peligrosos en los ríos. Ambas plantas están en China, donde las normativas ambientales son más laxas 

Vertidos tóxicos para hacer ropa de marca
Vertidos tóxicos para hacer ropa de marcalarazon

Muchos de los productos que llegan a Europa provienen de China, donde las normativas ambientales son mucho más laxas. Un estudio de Greenpeace denuncia que varias firmas internacionales proveen sus productos de dos fábricas que vierten en el agua sustancias químicas peligrosas.
Hasta ahí nada que no se piense, pero en el informe «Trapos sucios» se dan nombres y apellidos. Adidas, Calvin Klein, Converse, H&M, Lacoste, Abercrombie & Fitch, Li Ning, Nike, Phillips-Van Heusen Corp., Puma y Meters/bonwe proveen muchos de sus productos del Complejo Textil Youngor y de Well Dyeing Factory Limited. «Tras los análisis hechos, hemos hallado químicos peligrosas y persistentes vertidas en los deltas de los ríos Yangtsé y Perla», denuncia Sara del Río, responsable de Tóxicos de Greenpeace.
«No podemos decir –prosigue– ni que la contaminación proviene de los productos que adquieren estas marcas (el grupo Cortefiel, por ejemplo, no compra en Youngor productos que requieran procesos húmedos para su elaboración) ni lo contrario. Pero sí que de estas dos fábricas de las que se ‘‘nutren'' se han vertido alteradores hormonales en los ríos, algunos prohibidos en la UE, como el nonilfenol».

Una planta con ISO 14001
«Además –añade–, ninguna de las marcas analizadas cuenta con una estrategia que permita controlar toda la cadena de suministro y así exigir a sus proveedores que cumplan con elevados requisitos ambientales y sociales, no sólo locales», afirma.
Algo que desde el Grupo Cortefiel niegan. «No ponemos en duda la credibilidad de Greenpeace, pero el sector textil pone mucho esfuerzo y medidas para evitar que se den estas situaciones. Nosotros realizamos procesos de evaluaciones con exigencias locales y también internacionales a los proveedores. El de Youngor, en concreto, tiene la ISO 14001. De todos modos, ya hemos pedido explicaciones al proveedor y tomaremos las medidas oportunas», aseguran a este semanario fuentes del Grupo Cortefiel.
Entre los vertidos detectados han hallado alquifenoles, como el nonilfenol, y ácido perfluorooctánico y perfluorooctosulfonatos (PFOS). «No te puedo decir cuáles han sido los niveles de concentración hallados. En cualquier caso, son sustancias persistentes y bioacumulativas que pueden ser peligrosas en niveles muy bajos al contaminar los ecosistemas y pasar a la cadena trófica», concluye Del Río.
«Los PFOS se consideraron contaminantes orgánicos persistentes a eliminar hace unos tres años. Hoy, en China estos niveles no sólo no han disminuido, sino que han aumentado», explica el médico Eduardo Rodríguez Farré, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, del CSIC. «Los PFOS están en muchos sitios. Su problema son sus efectos como alteradores hormonales. A largo plazo, en el varón reducen las células del testículo que se encargan de la producción de espermatozoides. Además de ser alteradores endocrinos, también afectan al sistema inmunitario», precisa Farré.