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Las mafias de la trata también explotan a mujeres españolas

El estudio, financiado por Igualdad, reclama agilidad judicial y más garantías para las personas prostituidas.

Más del 90 por ciento de las mujeres que sufren explotación sexual son inmigrantes irregulares, lo que dificulta su colaboración
Más del 90 por ciento de las mujeres que sufren explotación sexual son inmigrantes irregulares, lo que dificulta su colaboraciónlarazon

MADRID- Las españolas también son víctimas. Así lo revela un informe de la Universidad de La Laguna, financiado por el Ministerio de Igualdad y al que ha tenido acceso LA RAZÓN, que señala que el fenómeno de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual no afecta sólo a mujeres extranjeras. Bien es cierto que la mayoría de las víctimas traficadas en España procede de Rumanía, Brasil, Paraguay, Rusia, Colombia, Bulgaria, China y Marruecos, pero el fenómeno también afecta a mujeres nacidas dentro de nuestras fronteras.Según la memoria de investigación «Poblaciones-Mercancía: Inmigración y tráfico de mujeres en España, en el que ha trabajado durante los últimos tres años un equipo investigador encabezado por Sara García Cuesta, refleja que entre el 5 y el 10 por ciento de las víctimas de trata son españolas. En este caso, la explotación se produce dentro de nuestras fronteras, aunque son desplazadas de unas comunidades a otras en función de los intereses mafiosos de estas organizaciones.

Dos tipos de tráficoEl documento alerta de la existencia de dos tipos de trata: la interna, que se produce dentro de las fronteras del espacio Schengen, y es más difícil de detectar por la libertad de circulación a través de las fronteras; y la internacional, sobre todo procedente de países de Suramérica. El trabajo, finalizado el pasado 30 de mayo, ha sido elaborado a partir de 30 entrevistas a miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado, juristas, jueces, fiscales, abogados, ONG de intervención y sensibilización y el sector político-administrativo.Entre las principales conclusiones, destaca que España necesita subsanar «las deficiencias normativas» que impiden el establecimiento de un protocolo de coordinación entre los distintos agentes sociales que intervienen en el fenómeno y a las víctimas. Esto se compensa en la actualidad con acciones de «colaboración informal» que «dejan a veces en manos de la buena voluntad y las redes informales las decisiones de cómo actuar y con quién contactar una vez detectado el caso».

Centros de internamientoEsto evita que las víctimas sean enviadas directamente a los centros de internamiento de extranjeros, donde podrían llegar a coincidir con sus explotadores. Por ello, el documento reclama que «la experiencia acumulada debe incorporarse en los posibles protocolos para no partir de cero, aprovechando así recursos ya generados».En el ámbito judicial, indica que «hay que priorizar la necesidad de dar una respuesta rápida» y, en especial, «evitar la ralentización judicial en estas situaciones», que permite en la práctica que las víctimas sean tratadas como inmigrantes irregulares o bien se las deja «en una situación que no garantiza su protección ni la atención necesaria durante el periodo prolongado de espera posterior al periodo de reflexión mínimo de 30 días establecido por la Ley de Extranjería para decidir si quieren colaborar y denunciar a sus explotadores.

Pruebas de edadOtro de los aspectos en los que es necesario incidir es en el de la identificación de las víctimas. Hasta ahora, cuando se rescata a una mujer de una red se la clasifica directamente como víctima de trata, pero no se le realiza la prueba para determinar la edad, por lo que no se puede saber cuántas menores están afectadas por esta lacra social.Finalmente, el informe de la universidad canaria destaca el trabajo realizado en España, donde el plan puesto en marcha hace poco más de un año ha servido para que ser el país de nuestro entorno que más víctimas ha identificado, aunque aconseja «una revisión de los protocolos internacionales para poder visibilizar todas las formas de trata de personas existentes en la actualidad».

«Las redes utilizan a los medios»El resumen de la memoria de la Universidad de La Laguna apela a la responsabilidad de los medios de comunicación para evitar la imagen estereotipada de las víctimas de trata. Asimismo, solicita que se plantee la explotación sexual como «un problema que afecta a todos» y que se promueva la «tolerancia cero hacia los tratantes». «Las redes de trata utilizan a los medios de comunicación para desarrollar su actividad y éstos tienen una responsabilidad», señalan los investigadores. Por ello, el texto incide en la importancia de la concienciación de la sociedad para lograr que las víctimas dejen de ser señaladas.