Iturmendi denuncia difamaciones

Sin embargo, la balanza se inclinó hacia el lado de José Carrillo, cuyos partidarios hicieron una campaña «muy agresiva» a favor de su candidato días antes. Por su parte, Iturmendi remitió un comunicado de felicitación al vencedor en el que también puso en duda la neutralidad del proceso electoral.

«Nuestros argumentos y análisis han sido contestados, en algunos casos, con la difamación o la calumnia. Quienes tenían que velar por la neutralidad e imparcialidad del proceso electoral han roto las reglas del juego. Hemos soportado todo eso y, a pesar de ello, hemos estado a punto de conseguir un cambio que sigue siendo necesario». Con estas palabras Iturmendi recordaba las malas artes a las que han tenido que enfrentarse antes, durante y después de los comicios.

En la jornada previa a las elecciones, un grupo que apoyaba a Carrillo se dedicó a meter presión a los rivales con pancartas ofensivas y octavillas que circulaban por las clases de la mano de un profesor cercano a él. Igualmente en las facultades, tanto los votantes como el candidato Iturmendi sufrieron el acoso y los insultos de este sector radical a gritos de «fascistas», entre otros. Por si fuera poco, dos alumnos de Somosaguas interrumpieron las clases con proclamas contra Iturmendi para difamar y descalificar a su persona.

Pero en esta guerra sucia también se habría visto implicada la Junta Electoral de la Complutense, que demostró su nivel de compromiso con las elecciones para garantizar la igualdad en el proceso, y su secretario general, Julio V. Sánchez envió correos electrónicos antes y después de que comenzasen los comicios pidiendo el voto para Andradas y Carrillo.
Estos hechos fueron denunciados por la candidatura de Iturmendi ante la propia Junta y la mayoría de candidatos solicitaron la recusación de su cargo.

Sin embargo, lejos de evitar más conflicto, el secretario siguió con su campaña particular y reconoció públicamente su posicionamiento con Andradas. Una vez apeado Andradas de las votaciones, se encargó de enviar correos a favor de Carrillo. Por último, no hay que olvidar que el ex vicerrector se negó a facilitar las mesas electorales en los centros adscritos y los hospitales universitarios, una propuesta que en principio había aprobado. También la Junta Electoral estudió la posibilidad de impugnar las urnas de la Facultad de Geografía e Historia porque fueron mezcladas las papeletas de grupos distintos.

En definitiva, con Carrillo al frente del Rectorado no se produce ningún cambio en la universidad. La institución educativa mantiene la misma gestión que Carlos Berzosa, una administración que adopta en la actualidad una deuda de más de 150 millones de euros. En la comunidad universitaria aseguran que Carrillo es más excluyente que Andradas y, en la época en la que ocupó el cargo de vicerrector, hubo un exceso de contratación de profesorado.

Predominó el sectarismo durante los cuatro años que acompañó a Berzosa en el Rectorado y se fue únicamente por motivos personales. Tenía discrepancias con Andradas, al que disputaba el mismo objetivo: ambos querían suceder a su rector y sólo uno lo ha conseguido, aunque con denuncias de malas artes y salpicado por la polémica.

Un atraco durante el recuento de votos
A las 20:00 horas en el cierre de las urnas los presentes esperaban abrir las urnas y comenzar el recuento de votos . Sin embargo, lo que nadie supuso es que varios individuos asaltaran las facultades durante las elecciones. Mientras todo el mundo estaba pendiente del recuento de las votaciones en la Facultad de Derecho, cuatro individuos suramericanos entraron en la cafetería y a punta de pistola atracaron a la dependienta sus joyas y el dinero de la caja que aún está por determinar. La Policía llegó de inmediato e iniciará la pertinente investigación para aclarar lo ocurrido en las próximas horas.