España
Llega una decena de etarras a Francia procedentes de Sudamérica
Las autoridades francesas tienen constancia de la llegada a su territorio de un grupo de al menos diez etarras que en los últimos meses han dado el paso de abandonar Sudamérica y emprender el camino de vuelta. Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por Europa Press investigan las razones de estos movimientos, que se han producido en las semanas anteriores y posteriores al comunicado en el que ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada el pasado 20 de octubre.
Según sus primeros análisis, este grupo de recién llegados tendrían la intención de poner fin a su etapa americana e instalarse en Francia, más cerca de sus lugares de origen. Hay muchos casos de etarras que huyeron o fueron deportados hace años a países de Sudamérica y México que ya no tienen cuentas pendientes con la Justicia porque sus delitos han prescrito. Algunos podrían haber visto en la nueva situación una oportunidad para regresar.
De este modo, las fuentes consultadas no ven factible que estas llegadas tengan por objeto integrar alguna estructura de la banda, si bien, no descartan que algunos de los llegados en los últimos meses pueda haber asesorado a la actual cúpula de ETA en la toma de decisiones de calado para el futuro de la banda terrorista.
Precisamente, la situación abierta tras el comunicado de ETA ha situado en el centro del debate a los presos de la banda, pero también a los terroristas huidos y deportados, dos de las principales reivindicaciones de la izquierda abertzale y ETA.
ETA: "LOS EXILIADOS DEBEN ESTAR EN CASA"
En su última aparición pública por medio de una entrevista al diario Gara el pasado 11 de noviembre, los terroristas se referían así a la cuestión de "los exiliados": "hay situaciones diferentes, sí, y la salida a algunas de ellas no debería retrasarse mucho. El propio Colectivo de Exiliados ya ha tomado la iniciativa con anterioridad, a modo de iniciativa política. Por lo demás, también en este caso sirve lo manifestado respecto a los presos políticos. Todos los exiliados vascos deben estar en casa".
Durante la tregua de 1998, el Ministerio del Interior del Gobierno de José María Aznar estableció un número de teléfono para que los etarras sin cuentas pendientes con la Justicia en el extranjero pudiesen llamar e informarse de sus posibilidades de regresar a España, si bien este contacto no tuvo excesivo éxito, según otras fuentes consultadas.
La situación de debilidad que atravesó ETA en los último tiempos llevó a las Fuerzas de Seguridad a sospechar de que algunos terroristas podrían haber regresado de su retiro de países sudamericanos para aportar su experiencia incluso en los comandos activos de la organización.
OTRAS LLEGADAS
La pista de este trasvase de etarras con una larga trayectoria criminal se activó especialmente con el arresto el 28 de febrero de 2010 del jefe de ETA Eneko Gogeaskoetxea, quien fue detenido en el norte de Francia junto a Beñat Aginagalde y Lorenzo Ayestarán Legorburu.
Este último, alias 'Basari' y 'Fanecas', nacido en Lezo (Guipúzcoa) hace 53 años, era uno de los últimos integrantes de una generación de terroristas que se beneficiaron de la Ley de Amnistía del 77 y que se marcharon a países de Sudamérica tras años de intensa actividad criminal en España. En el momento de su arresto en Francia integraba un comando con órdenes de atentar en España. Más recientemente, el pasado 28 de octubre, fue detenido en Bélgica Javier Aguirre a quien las fuerzas de seguridad ubicaban en Sudamérica.
La situación en ETA ahora ha cambiado tras el anuncio del cese definitivo de la violencia, explican las mismas fuentes consultadas, que no aprecian movimientos significativos de la banda desde hace semanas en el país galo.
MANTENERSE EN LA CLANDESTINIDAD
Sus últimas acciones conocidas irían encaminadas al mantenimiento en la clandestinidad de sus poco más de 50 militantes. En este ámbito se mantiene el robo de coches, aunque ha descendido a razón de uno al mes, aproximadamente, según estas mismas fuentes que recuerdan que no se ha esclarecido aún la autoría del robo 200 placas de matrícula para vehículo perpetrado el pasado mes de septiembre en la localidad francesa de Pau.
ETA tiene dinero para mantenerse entre dos y tres años en esta situación, según estiman las fuerzas de seguridad, que atribuyen esta capacidad económica de la banda a cuantiosas aportaciones recibidas por varias grandes empresas antes de que los terroristas declarasen su alto el fuego "general"con el que pusieron fin al cobro del llamado 'impuesto revolucionario', la principal fuente de financiación de la organización criminal.
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