Atletismo / Bolt no da pistas a Yohan Blake

LONDRES- Usain Bolt prefirió no dar pistas sobre la energía que conserva y la velocidad que puede desarrollar y ganó cómodamente su semifinal de 200 metros, con 20.18. Fue el más lento de los tres primeros: Blake marcó 20.01, sin entregarse, y Martina, 20.17, después de darlo todo. Entró por tiempos el francés Lemaitre. A priori, el duelo de esta noche será el de las dos «bes»: Bolt y Blake.

Cuando la velocidad pura anuncia su presencia en el estadio, el sol, astro que no cuenta con Londres como una de sus ciudades más apreciadas, no sólo se abre paso entre las nubes, por negras y macizas que sean, sino que las espanta y mantiene el cielo despejado incluso cuando la noche lo oculta. La velocidad, dicho está, es calor, y si quien la encarna es Usain Bolt, hay tortas en el firmamento para verlo.

Corría en la segunda serie de las semifinales, de las tres que facilitaban el acceso a la final. En la primera, tipos con poderío, tan descarados como el emergente Yohan Blake o el blanco Christophe Lemaitre, ese francés que con carreras excepcionales se ha metido en la pelea entre jamaicanos y norteamericanos. Wallace Spearmon era el representante de Estados Unidos en la más atractiva de las rondas, sólo por la competencia entre sus participantes.

Ganó, la serie y la clasificación, Blake, que dejó de correr en los últimos 20 metros y casi provocó una foto-finish. Su tiempo, 20.01, el de Spearmon, 20.02, y el de Lemaitre, 20.03, «crono» que le sirvió para entrar en la final. Para dar una idea de la capacidad del jamaicano, baste reflejar que terminó como unas castañuelas, mientras que Lemaitre lo hizo tumbado en el suelo y sin saliva.

A las 20:16, hora londinense, Usain Bolt apoyaba los pies en los tacos. En ese instante quedaban atrás la medalla de oro en los 100 y las posteriores celebraciones. Bolt no es un atleta convencional. Su alimentación diaria contrasta con las dietas intensivas que siguen tantos y tantos deportistas. El tricampeón olímpico no desprecia una buena hamburguesa ni le hace ascos a unas alitas de pollo. Eso sí, el día de la prueba, fruta, zumos y un sándwich. A continuación, para la cena, pollo y arroz. Pero, ¡ay amigo!, 24 horas después de asombrar al mundo, de descubrir ante 4.000 millones de televidentes que cualquier marca es sensible de batir, si es él quien se lo propone, no tiene el menor reparo en celebrar el éxito con tres espectaculares balonmanistas del equipo olímpico sueco. Bueno, con ellas se hizo la foto.

Después de correr 9.63 en 100 metros, y, ¡ojo!, que lo puede hacer en 9.58, Usain Bolt se relaja, como lo hace antes de correr, cuando antes de aparecer en el estadio se muestra como el tipo más tranquilo del universo. Mas, en el instante en que suena el disparo, se transforma y ya ni Blake es su amigo, mucho menos Gatlin, a quien considera un provocador y no traga desde que el 22 de agosto 2006 dio positivo con testosterona por segunda vez en su carrera. El campeón olímpico de Atenas cumplió cuatro años de sanción. En Londres ha sido medalla de bronce en los 100, tras los rayos jamaicanos, Bolt y Blake.

De nuevo en los 200, Bolt anotó la penúltima reacción en la salida, sólo menos lento que el ecuatoriano Alex Quiñónez, pero no tardó en situarse en cabeza. Corrió hasta los primeros 100 metros de verdad y el resto, el otro centenar, de mentirijillas. Contrastada su velocidad punta para sacar distancia, redujo a velocidad de crucero y conservó ventaja y las necesarias energías para la final de esta noche. Su tiempo, peor que el de Blake, 20.18. Segundo fue el surafricano Anaso Jobodwana, 20.27; tercero, lo que le valió la segunda clasificación por tiempo, el ecuatoriano Alex Quiñónez, 20.37. En la siguiente y última, Mathieu, de Bahamas, se «escapó» y fue eliminado. Primero fue el holandés Martina, 20.17, y segundo otro jamaicano, Warren Weir, 20.48.

Felix relega a Fraser
La batalla que Jamaica y Estados Unidos mantienen abierta con la velocidad en el caso de los hombres no ofrece dudas, ganan los jamaicanos; en el de las mujeres hay empate. En los 100, la reina es Shelly-Ann Fraser-Pryce, la estadounidense Carmelita Jeter fue segunda, y tercera, otra jamaicana, Veronica Campbell-Brown. En los 200, la campeona es Allyson Felix (EE UU), con 21.88; plata, Fraser-Pryce (22.09), y bronce, Jeter (22.14). En la final de los 110 vallas, el campeón en Pekín, el cubano Robles, se «rompió» en el trayecto; le sucede Merrit (EE UU), con 12.92; su compatriota Richardson (13.04), plata, y bronce, el jamaicano Parchment (13.12).