Primera División

Zaragoza

La jornada de los maletines

La Razón
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La jornada final de la Liga es, tradicionalmente, la de los maletines. Auténticos o imaginarios, los clubes a quienes pueden afectar los resultados sospechan que su permanencia en Primera puede depender de los auxilios, no espirituales, que reciban clubes a quienes ni les va ni les viene. Ahora parece que la mayoría de las miradas se dirigen hacia el Levante. El equipo levantino, salvado ya de la quema, recibe al Zaragoza, al que angustia la posibilidad de caer en la categoría a la que se ha asomado con demasiada frecuencia en los últimos tiempos.
Los profesionales del fútbol no son precisamente quienes más ayudan a disipar dudas y dar a la competición color de limpieza. Ya hay algunos jugadores que están cargando sobre los levantinistas el pecado de la aceptación de las primas de terceros para derrotar a los zaragocistas. Presuponer que entre los jugadores del Levante hay quienes se matarán sólo por ganar la prima y veranear en Las Vegas es perderles el respeto. El delito sería cobrar por perder. Cabe suponer que quienes tienen la certeza de que habrá quienes se acomoden a los maletines son gentes que estarían dispuestas a hacerlo si en ellas concurriera la oportunidad.
Las primas a terceros se llegaron a prohibir y por muy perseguidas que estuvieran siempre cabía la posibilidad de hallar el modo en que una dama, esposa de futbolista, acudiera a Barajas a regalarle un maletín a Bertoni, quien se supone que lo repartiría en el vestuario. No hay solución. Ni la habrá.
Posdata. Rafa Guerrero ya tiene sucesor: Fermín «el del banderín».