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Entre los 20000 millones de ajuste y los 53 millones de parados

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dedicó la reunión a puerta cerrada que ayer celebró el Grupo Popular a la economía, a argumentar las decisiones que ha tomado hasta ahora y a justificar la intensa agenda de los próximos meses.

La Razón
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Madrid- Él no hizo declaraciones ni a la entrada ni a la salida y las versiones cruzadas de los diputados que participaron en la reunión crearon un caos sobre algunas de las cifras a las que sin micrófonos se había referido el jefe del Ejecutivo. Sobre la base de que Rajoy ratificó que el déficit de 2011 se moverá alrededor del 8 por ciento, el lío vino sobre si él había llegado a concretar que la desviación podía estar en una horquilla entre los 37.500 millones de euros y los 40.000 millones, como ha señalado la agencia Moody´s. Parece ser que Rajoy sostuvo que, sin los datos aún oficiales, la desviación podría ser superior a los 37.500 millones. Pero frente a lo que algunos decían haber oído, el portavoz parlamentario, Alfonso Alonso, negó que el presidente del Gobierno se hubiera referido expresamente a que el déficit podía llegar a los 40.000 millones de euros. Dato que también desmintieron otros miembros de la dirección parlamentaria. En esta madeja de versiones, algo parecido a la confusión sobre el déficit ocurrió con las alusiones de Rajoy a las malas previsiones del paro para los próximos meses, en un escenario en el que se parte de un fin de año sin crecimiento económico y con una perspectiva de crecimiento también negativo para los primeros meses de 2012. Algunos diputados aventaron que Rajoy había anticipado que la Encuesta de Población Activa (EPA) del mes de diciembre arrojará aproximadamente un total de 5.300.000 parados. Mientras que miembros de la dirección del grupo precisaron que ellos habían creído entender que el presidente se refería a los datos de Eurostat de noviembre, que avanzaron que España contaba el pasado mes de septiembre con 5,258 millones de personas sin trabajo. Oficialmente, desde Moncloa no se añadió nada a las distintas versiones del discurso de Rajoy aireadas por unos y por otros.