Rusia

Ispansi

La Razón
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Qué hermosa película… Cine español con ambición universal. El director y guionista es Carlos Iglesias, ¿se acuerdan de aquel peón de «Manos a la obra»? Personaje alejadísimo de la sensibilidad del realizador de «Un franco, catorce pesetas». Y de esta joya recién estrenada que es «Ispansi». De lujo son el guión, la fotografía, la música, la interpretación de los actores, la factura… Cuenta Iglesias en las entrevistas que tardó cuatro años en poder rodarla. Pues mereció la pena. Viéndola el otro día entendí yo como nunca una parte de la historia de este país. Algo que ya sabía pero que ahora, por fin, tenía el placer de verlo con inteligencia. De verlo a través de los ojos de un artista que sabe que tomar partido por un bando es hacer panfleto y no arte. El argumento nos cuenta el tormento de aquellos niños españoles que fueron enviados a Rusia huyendo de una guerra sin saber que al llegar allí se encontrarían metidos de lleno en otra. Y cuenta, dentro de esas tremendas circunstancias, la historia de amor entre un comunista y una falangista que van descubriéndose en lo humano por encima de cualquier ideología, como es siempre que se escucha por el corazón. Por eso aquí no hay buenos ni malos, aquí hay personas víctimas todas de sus credos, de su intolerancia, de su odio al diferente, de sus contradicciones. «Ispansi» es una película inmensa y necesaria porque nos insta a una reconciliación definitiva entre las llamadas dos Españas. Carlos Iglesias transforma todo aquel dolor, todo aquel sinsentido en un maravilloso paisaje. Y lo mancha de sangre para que veamos nuestra demencia. Para que luchemos por no repetir la historia ni un solo segundo de nuestras vidas.