Medidas económicas
ANÁLISIS: La flexibilidad es la solución por Íñigo Sagardoy
–¿Por qué no funcionó la reforma laboral del Gobierno socialista?
– Por dos motivos principales: uno, porque la economía no estaba en una situación boyante u óptima y evidentemente, si no hay una situación económica propicia es dificil que se genere empleo; en segundo término, ha sido tardía e insuficiente. Si tienes un agujero económico por donde se te produce una sangría de paro y haces una reforma tarde y no profunda, ésta no funciona. Esa reforma no ha corregido ninguno de los problemas del mercado laboral, la temporalidad y el desempleo.
–¿En qué debe incidir la nueva reforma?
– En la contratación y la reforma de la negociación colectiva. Hay que facilitar la contratación y con especial incidencia en el empleo juvenil y las pymes a través de la reducción de la tipología de los contratos y haciéndolos más sencillos. La reforma de la negociación colectiva es el instrumento idóneo para conseguir la flexibilidad laboral, porque es lo que permite a una empresa, en vez de despedir, adaptarse a una situación de crisis. Poder reducir por ejemplo el salario, la jornada, flexibilizar las condiciones laborales...
–¿En qué deben ceder sindicatos y patronal para que llegue a buen puerto?
– Lo primero que hay que decir es que es sabio y prudente intentar un diálogo social y un consenso. Debe acelerarse esa reforma, y es ineludible que si no se llega a un consenso rápido, el Gobierno debe actuar en un cambio profundo de nuestra legislación laboral. Los sindicatos son conscientes del problema del paro, pero también deben ser conscientes de la urgencia de la reforma. Ambos, sindicatos y emprensarios tienen que ceder para intentar buscar una salida del desempleo equilibrada.
–¿Qué efectos inmediatos puede provocar la reforma?
–Lo más importante para que funcione es la situación económica. Hay que tomar medidas económicas duras y que promuevan la solvencia. Después, una reforma laboral que sobre todo no obstaculice la creación de empleo ni la contratación. La ley laboral en sí misma no es creadora de empleo, pero sí ayuda a que se pierda el miedo a la contratación.
–¿Y de cara a los jóvenes?
–Tiene que haber una plan de choque de empleo juvenil y la medida estrella de ese plan debería pasar por un contrato específico de fomento e inserción laboral de los jóvenes, eliminando los dos contratos que hay: el de prácticas y el de formación. Tiene que haber un nuevo contrato flexible que sustituya a esos.
Íñigo Sagardoy
Pte. de Sagardoy Abogados
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