Garitano retrasa sine die el reconocimiento a las víctimas de ETA

No toca. Hay otras prioridades, como la «resolución del conflicto». Traducido al lenguaje de todos los días, supone encauzar la independencia del País Vasco con la anexión de Navarra y la excarcelación de todos los presos de ETA. El diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano, dijo ayer que «llegará un día» en que habrá que reflexionar sobre el dolor causado (a las víctimas) si bien «ese momento aún no ha llegado». Se desconoce si estas afirmaciones ponen en cuestión las realizadas hace unos días por la presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Lohitzune Txarola, también de Bildu, en las que aseguró que asistirían a los homenajes que se organizaran a favor de las víctimas de ETA. Se cuidó muy mucho de poner fecha a este «importante paso», como se apresuraron a calificarlo los que apoyan el nuevo «proceso», en especial los socialistas vascos. Los que vieron las imágenes de la entrevista pudieron comprobar la «alegría» con que Txarola hacía el anuncio, con palabras que más parecían arrancadas que fruto de una profunda convicción. Las dudas fueron resueltas por su compañero Garitano. En una entrevista en Onda Vasca, dijo que «habrá un día en que todos debamos reflexionar sobre lo que ha pasado y sobre el daño que cada cual ha podido padecer y cometer, pero no estamos en ese tiempo». LA RAZÓN publicaba ayer que las prioridades de ETA y su entramado, del que forma parte la Batasuna que está en Bildu, son los objetivos estratégicos (independencia y amnistía), que exige la banda casi desde su fundación. Garitano explicó que «todavía estamos saliendo de este conflicto». En medios antiterroristas se aguarda la explicación que puedan dar los que defienden el nuevo «proceso» y si, como mantienen, es uno de los pasos que nos conducirán al final de ETA. Asimismo, el dirigente de Bildu advirtió, por si la Justicia adopta alguna medida, que «no hay ningún delito» por su parte en sumarse a un acto de Etxerat (asociación que reúne a los familiares de los presos que siguen la disciplina de ETA) para reclamar los derechos de los reos, ni tampoco lo hay en recibir a un grupo de jóvenes que están siendo juzgados por su pertenencia a Segi. El pasado domingo, Garitano no acudió a la tradicional misa que se celebra en Loyola para conmemorar la festividad de San Ignacio, aunque sí aprovechó para defender a los presos de ETA y pedir el fin de su dispersión. Dos días antes había recibido en su despacho oficial a una delegación de los 17 individuos juzgados en la Audiencia Nacional por su presunta pertenencia a Segi, a quienes mostró su apoyo. En su opinión, otros partidos e instituciones están haciendo «mucha demagogia y fuegos de artificio» sobre la exigencia hacia Bildu. Para Garitano, es «profundamente antidemocrático que un consejero o ministro del Interior diga que está vigilando» a Bildu por sus actuaciones, ya que «puede rozar la ilegalidad».