Literatura

Miami

María José Suárez vuelve con Feliciano López por Jesús MARIÑAS

Resulta de infarto. No se lo pueden creer tras la «espantá» nada caballeresca de Feliciano López cuando la guapa sevillana se quedó embarazada. Fue una huida que levantó ampollas y dejó en entredicho a María José Suárez, que enseguida se consoló con otra relación que tampoco le ha durado.

María José Suárez y Feliciano López, hace dos años en Ibiza
María José Suárez y Feliciano López, hace dos años en Ibizalarazon

Y, aunque no siempre se vuelve al primer amor, parece que ahora ha enderezado su relación con el tenista que la asombró durante casi tres años. El que tuvo retiene y la Miss España es chica que sabe lo que quiere aunque a veces no escoja el mejor camino para lograrlo. Parece que el tenista tenía nostalgia y necesidad del aliento y la alegría que ella le insuflaba.
Además de ser tutela, consejo y apoyo de una Elena Tablada que, al igual que Bisbal, lamenta su ruptura con el almeriense, María José recapacitó al verse nuevamente tentada por un Feliciano López al que no había olvidado. Supo perdonar la tremenda y desairada faena pública y el amor relegó posibles rencores bastante ventilados por una y otra parte en momentos iracundos. Dicen que la pareja vuelve a las andadas en una relación algo más madura para un Feliciano más protegido que protector. La pimpante Miss España marchó a Nueva York para reflexionar y estudiar qué posibilidades tiene este reencuentro acaso tan sólo fruto de la calidez estival. Ibiza los acogerá nuevamente como en sus mejores tiempos y me aseguran que el tenista ha cambiado ese ensimismamiento suyo que algunos consideran soberbia.
Pero no es el único reencuentro o componenda sorprendente de este verano tórrido. Marisa Jara es otra que se enciende con el calor. Pásmense: el casi místico y solitario José María Cano es su última conquista tras una inacabable relación de enamorados que incluye a Joaquín Cortés, su pista de lanzamiento y popularidad. Duraron poco, como con el mexicano Chente, con el que acabó casada, aunque era un marido siempre de ida y vuelta. «Está en México trabajando», era la disculpa entonces esgrimida para esconder incompatibilidad manifiesto. Marisa siempre alardea de éxitos internacionales que nunca fueron concretados ni confirmados con realidades: que si Milán, que si Nueva York, y ahora Londres, donde la otra mitad de Mecano acuna una importante colección de pintura contemporánea. Mientras su hermano Nacho cambió Miami por Ibiza porque en América encuentra mayor campo expansivo a su capacidad creadora, José María sigue fiel al Támesis y las nieblas británicas, tan acordes con su carácter introvertido. Como buena sevillana deslumbrante, Marisa lo ha pillado. Igual tan sólo es locura estival, demos tiempo al tiempo. Cano quizá será otro peldaño escalador en la carrera de esta mujer ambiciosa cuyo «hasta que la muerte nos separe» no duró más que un año.