Comunidad de Madrid
Degollada en su cama
La víctima y su madre iban a ser desahuciadas del piso de la céntrica Plaza del Carmen el próximo día 18.
MADRID- María Luisa llevaba un tiempo bastante mal, por eso ayer, muchos vecinos creyeron al enterarse de su muerte que se había suicidado. El próximo día 18 iban a desahuciarla a ella y a su madre del piso en el que llevaban viviendo toda la vida, el 7ºA del número 1 de la plaza del Carmen. La céntrica vivienda la tuvieron en propiedad durante muchos años pero acabaron hipotecándola dada la afición de la familia al juego. A su padre le había dado por apostárselo todo a las cartas y ellas eran bastante conocidas por su interés al bingo. Se había convertido en una fumadora empedernida y en el último año había perdido muchísimo peso. «No llegaría a los 40 kilos», comentaba ayer Agustín, el portero del edificio, mientras paseaba al pequeño perro negro de la familia. «La madre ha estado toda la mañana con unos familiares que viven en el 4º hasta que se han ido a que les dieran los resultados de la autopsia. Me han dejado las llaves para que sacara al perro».
Fue su madre –vivían las dos solas en casa– la que se encontró a su hija muerta. Fue la noche del jueves. Eloísa, de unos 85 años, había quedado con María Luisa –de 65 años– en una cafetería cercana y, al ver que no llegaba, subió a casa a buscarla. Eran sobre las diez de la noche cuando abrió la puerta y se encontró a María Luisa tumbada en la cama completamente teñida de sangre. Eloísa llamó inmediatamente a un familiar médico, que acudió al domicilio y llamó al 112, según la Jefatura Superior de Policía. Esta llamada se produjo sobre las once de la noche.
Cuando los servicios de Emergencias de la Comunidad de Madrid llegaron al domicilio, comprobaron que la víctima presentaba dos heridas inciso contusas en la parte izquierda del cuello y ya se encontraba fallecida. Además, según fuentes del Summa, la mujer también presentaba algunos moratones y cortes en el brazo izquierdo. La autopsia practicada ayer por la mañana en el Instituto Anatómico Forense confirmó que se trata de una muerte violenta.
Hasta el lugar, además de los sanitarios, se trasladó un radio patrulla de la zona que se encontró a la mujer en su habitación ya cadáver. También se trasladaron hasta la vivienda los agentes del Grupo V de Homicidios de la Brigada Provincial de la Policía Judicial y la Policía Científica para realizar la inspección ocular a la espera de la llegada de la comisión judicial. María Luisa P. Fábregas era funcionaria de los Cuerpos Generales y trabajaba en el Archivo del Centro Policial de Canillas. El Grupo V de Homicidios trabaja para reconstruir las últimas horas de vida de la víctima y esclarecer su muerte.
Los vecinos del edificio se mostraron ayer consternados por la noticia. «Me he enterado al preguntar por qué estaba el precinto de la policía en el 7º», explicaba una señora. Agustín, que lleva cerca de 20 años como portero del edificio, explicó que conocía a la familia «de toda la vida» y no les iba «demasiado bien» por su ludopatía. «Cuando vino la Policía ayer por la noche a preguntarme si sabía cosas, intuí que les había pasado algo».
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