Grecia

Un ejemplo a seguir

La Razón
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La Turquía moderna, heredera del Imperio otomano, va hacia arriba. Ya no se discute si es europea o asiática o si está en Occidente u Oriente. Sólo en la ultima década su crecimiento económico se ha cuadriplicado y su renta per cápita ha pasado de 3.000 a 10.000 euros. Si estuviera hoy dentro de la UE con un crecimiento, en 2010, del 9%, seguramente la hubieran expulsado. Ninguno de los 27 países miembros de la UE se acerca ni de lejos a ese porcentaje.
Los dos gobiernos del primer ministro Erdogan han aplicado a Turquía una política económica liberal que ha atraído a capitales extranjeros. Y ha salido con más fuerza de la crisis en 2010. Hoy, su vecino, Grecia, está en la bancarrota, y el resto de la UE sigue con crecimiento cero desde el comienzo de la crisis financiera. No es de extrañar que la mayoría de los 50 millones de votantes turcos sigan confiando en Erdogan para una tercera legislatura desde que ganó en 2002. Hay quien no duda en calificar a la nueva y exitosa clase empresarial turca, más que de islamista, de «calvinista». En los últimos años estos empresarios han dado un vuelco al desarrollo de Anatolia y otras ciudades pobres del país que demuestra el éxito del programa económico y social de Erdogan. Otro efecto conseguido por Erdogan, fuera de sus fronteras, es que en Túnez, Marruecos o Egipto Europa ha dejado de ser el ejemplo a seguir y ha sido sustituida por Turquía, una nación que está demostrando que se puede ser a la vez musulmán, democrático y próspero.