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«Lo cotidiano de un instituto es explosivo»

Fernando J. LópezProfesión: profesor y escritor. Nació: en 1977, en Barcelona.Por qué está aquí: presenta ahora su novela «La edad de la ira» (Espasa)

 
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–«La edad de la ira». ¿Qué produce ira a los adolescentes?
–No sentirse comprendidos por los padres ni por los profesores. Y la frustración: no les hemos enseñado a fracasar.

–¿Y para qué hay que enseñar a fracasar?
–Para aprender a remontar, a luchar. Están educados en la comodidad y no en el esfuerzo. Además no conocen el «no».

–Es profesor de instituto. ¿Le ha pegado algún alumno?
–No. Pero conozco a colegas a los que sí les han pegado.

–En su novela están el fracaso escolar, el racismo, la homofobia, la desidia docente, la incomunicación familiar... ¿Demasiadas cosas?
–Está todo lo que ocurre a diario en un instituto, todo cuanto converge en él. Es la novela de lo cotidiano. Y lo cotidiano de un instituto es explosivo.

–El fracaso escolar. ¿Por qué cree que seguimos a la cola de Europa?
–Porque tenemos planes de estudios desfasados, alejados de la realidad; se parecen más a los del siglo XIX que a los del XXI.

–La violencia en las aulas: ¿quién ataca a quién?
–A veces ataca el padre, a veces el alumno, a veces el profesor. La violencia nace del desconocimiento y la incomunicación.

–La generación Tuenti: ¿conocemos a nuestros adolescentes?
–No. Son los grandes desconocidos de padres y profesores. La educación actual no les deja hablar, sólo les hace memorizar. Creemos que se resuelve todo con pizarras digitales, y no.

–¿Con qué se resuelve?
–Con planes que motiven al alumno y que le acerquen al mercado laboral.

–Me imagino que leyendo su novela (el protagonista mata a su padre) se le quitan a uno las ganas de tener hijos...
–Al revés. Y además espero que anime a entenderlos.

–Dice que los políticos no están interesados en la educación...
–No escuchan a los docentes ni a las asociaciones de padres. Hay algo claro: no saldremos de la crisis sin apostar por la educación.

–¿Y qué hacemos con los Ni-Ni?
–Es una etiqueta cómoda. Lo que hay son chicos a los que el sistema no les permite acceder al trabajo. Falta una apuesta seria en la formación profesional.

–¿Le ha enviado su novela a Ángel Gabilondo?
–Sí, y espero que le interese.

–Creo que ahora está muy ocupado con la «L'Éducation sentimentale»...