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El Papa visita la sede del diario «L'Osservatore Romano»

Antes de partir hacia su residencia estival de Castel Gandolfo, en las proximidades de Roma, donde pasará buena parte del verano, el Papa visitó ayer la sede del periódico «L'Osservatore Romano» en el Vaticano con motivo del 150 aniversario de su fundación en 1861.

Benedicto XVI fue recibido por el director del diario, Giovanni Maria Vian, y por los miembros de la redacción
Benedicto XVI fue recibido por el director del diario, Giovanni Maria Vian, y por los miembros de la redacciónlarazon

Benedicto XVI fue recibido por el director del diario, Giovanni Maria Vian, y por los miembros de la redacción, a los que agradeció su labor «diaria, escondida y no exenta de fatigas». Les pidió que sigan trabajando con «alegría en el gran areópago de la comunicación moderna», haciendo un «tesoro» de la larga historia del diario de la Santa Sede. «La memoria del pasado es fecunda si se convierte en una ocasión para obtener raíces sólidas y mirar con esperanza al futuro», dijo.

Vian guió a Benedicto XVI por las distintas dependencias de la redacción del diario. En su despacho, donde cuelgan varias imágenes de los cómics de Tintín, a los que es muy aficionado, le hizo entrega del número especial que el periódico ha elaborado para conmemorar sus 150 años de historia. En una de las salas de la redacción, el Pontífice se sentó frente a un ordenador y contempló cómo se realiza la maquetación y composición del diario.

Difusión del Evangelio
El Papa destacó la contribución «específica» de «L'Osservatore Romano» en la «difusión del Evangelio y el testimonio de la verdad». En su opinión, esta publicación «ayuda a los fieles a considerar los problemas del momento a la luz de la palabra de Cristo y del Magisterio de la Iglesia». Lo hace difundiendo «las enseñanzas del Papa», informando sobre las «actividades de la Curia Romana» y haciéndose eco de «la vida católica en el mundo». De esta manera el diario de la Santa Sede se presenta como un «recurso precioso» que pide ser cada vez «mejor conocido y valorado», resaltó Benedicto XVI.