Si un día descubrimos América por Celia FERRERO ROMERO

España necesita un giro radical en su política económica con reformas estructurales de calado y una idea clara de hacia dónde enfocar nuestra economía para generar de nuevo confianza. Si esa idea no está definida desde ya, todas aquellas políticas de austeridad y recortes que se emprendan serán más traumáticas que efectivas, pues de lo que se trata en definitiva es de gastar menos pero gastarlo mejor para que aumenten los ingresos del Estado y se mantenga nuestro sistema de bienestar.

Sólo la generación de actividad y empleo es capaz de crear dichos ingresos, y sólo los empresarios crean empleo y generan riqueza, especialmente los pequeños empresarios y autónomos, que suponen más del 80% del tejido empresarial. Por ello, lo lógico, y hasta ahora no parece que se hayan dado cuenta, sería que la Administración apostase claramente por el emprendimiento y la sostenibilidad de nuestro tejido empresarial con el fin de recaudar, reducir el gasto por prestaciones de desempleo y equilibrar sus cuentas.

La capacidad de regeneración de una economía y la base de su bienestar social está en su tejido empresarial. Resulta por tanto especialmente preocupante que en esta crisis se hayan quedado por el camino más de 300.000 empresas y que la tasa de emprendimiento sea de las más bajas de Europa, y, sobre todo, que no se haya hecho nada para evitarlo. Si me permiten un toque de humor parafraseando a un gran amigo: «La última vez que España apoyó a unos emprendedores, no nos fue mal… ¡descubrimos América!» España no se puede permitir, y menos en su situación actual, que sólo el cuatro por ciento de los jóvenes españoles emprendan, y que el modelo educativo siga anclado en la aversión al riesgo, la preferencia por el empleo asalariado y la demonización del empresario. No debería haber 146 países de 183 en los que fuese más fácil crear una empresa que en España, como presenta el «Doing Business 2011», ni se tendría que tardar 18 días, el doble de lo que se tarda en Europa, sólo para registrarla, porque si contamos los sistemas de autorización y licencias nos vamos a 47 días y a casi 10 procedimientos con administraciones diferentes a las que los emprendedores y autónomos tienen que acudir prácticamente con GPS para saber orientarse porque nadie lo hace.

Hay que eliminar trabas administrativas, simplificar los procedimientos para crear una empresa bajo un principio básico :«Una cosa una sola vez y en un solo día».

Lo ideal sería un solo punto de asesoramiento, desde el que también se puede crear la empresa en menos de un día con un solo impreso, un pago y una declaración jurada que permita la presunción del cumplimiento de las condiciones y que el control de éstas sea posterior a la puesta en marcha del negocio, de tal forma que las autorizaciones no dilaten o impidan que pueda estar funcionando. Una autorización única que implique el poder operar en cualquiera de las comunidades autónomas sólo informando de ello. Y que la Administración, sea cual sea, sólo nos solicite la documentación una sola vez, a menos que sea preciso actualizarla.

Reducir las trabas burocráticas no solucionará el problema, pero es un paso importante hacia una España emprendedora que es, sin duda, la dirección que tenemos que tomar y por la que claramente hay que apostar. No olvidemos que un día descubrimos América.

Celia Ferrero Romero
Coordinadora general de ATA

MEJOR EN EL CONGO
Parece increíble, pero no: para fundar una empresa es mejor irse a ese país que hacerlo en España, según«The Washington Post»
El Banco Mundial situó recientemente a nuestro país en el puesto número 147, entre 183 naciones, en cuanto a las facilidades que ofrece para crear empresas. Un detalle: el Congo es el país 146 de ese mismo ranking. El director del Centro de Emprendedores de la Universidad de Duke, Vivek Wadhwa, se mostraba indignado esta semana, en un artículo publicado por el diario norteamericano «The Washington Post», después de viajar a Bilbao y comprobar que «superar todos los obstáculos burocráticos para poner en marcha un negocio requiere cuarenta y siete días en comparación con los siete u ocho que se necesitan en Francia o Portugal». Por si era poco, buscar financiación es una odisea», añade Wadhwa. Lo dicho, hoy por hoy, mejor en el Congo.