Rajoy responderá con «la Constitución y las leyes» para frenar el desafío

MADRID- Cataluña vuelve al centro del debate político. El 11-S, la ola separatista, el chantaje de los nacionalistas, los problemas de liquidez de la Generalitat, la Hacienda catalana... Todo se repite. Viejos problemas con distintos protagonistas. Ya no está Maragall, ni Montilla. Ahora es Artur Mas quien gobierna en Cataluña y al Gobierno de Mariano Rajoy a quien toca responder al desafío separatista. Pues un día antes de recibirle en La Moncloa, el jefe del Ejecutivo invocó la Constitución y las leyes frente a los nacionalistas. No lo hizo porque sí y tampoco porque en los pasillos del Congreso aún sonaran los ecos de la «carta digital» de Su Majestad, sino porque hasta tres portavoces buscaron su pronunciamiento público al respecto. Rosa Díez (UPyD), Pere Macías (CiU) y Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE) aprovecharon su pregunta semanal para llevar a Mariano Rajoy al debate catalán, que salpicó una sesión de control al Gobierno dónde se echó en falta al portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, aún convaleciente de una lesión de menisco.

El presidente del Gobierno deslizó cuál será su respuesta a la deriva secesionista: la Constitución y las leyes. Lo dijo en la respuesta que dio a Rosa Díez cuándo ésta le instó a que impida que con el dinero de todos los españoles «se financien políticas identitarias» y recuerde al presidente catalán la existencia del artículo 155 de la Constitución, el que autoriza al Gobierno a obligar a una comunidad al cumplimiento «forzoso» de sus obligaciones para proteger el interés general.

Rajoy fue tan firme en la defensa del marco constitucional –«Haré guardar la Constitución si fuera necesario»– como contundente en la crítica a CiU, a quien le pidió que tenga «personalidad» y no se deje arrastrar por los acontecimientos que, a su entender, «se le han ido de las manos». Lo dijo de otro modo: «Lo malo es empecinarse en el error y tomar decisiones equivocadas·, además de echar la culpa a los demás en lugar de «colaborar todos juntos por el interés de los ciudadanos» y no en «aras de la ideología».

Díez había manifestado su «preocupación» por la senda soberanista de Cataluña y ofreció su apoyo al Gobierno contra el «nacionalismo identitario que valora a la tribu más que al ciudadano», que «amenaza la cohesión y la igualdad» y al que hay que decir alto y claro que la política no está para «proteger sentimientos, sino derechos».

El presidente está dispuesto, y así lo dijo, a ayudar a Cataluña en sus problemas de liquidez para que pague «los vencimientos de su deuda y a sus proveedores», pero dejó claro que ante su delirio independentista hará valer las leyes. Cuando Pere Macías escuchó a Rajoy salió con el «raca-raca» de los incumplimientos, las deslealtades y el trato desigual para erigirse en voz de todos los catalanes y decir que no se sienten cómodos con el estatus actual. No al concierto económico que plantea CiU pero sí a la mejora del sistema de financiación catalán, fue la respuesta de Rajoy, quien, por cierto, recordó que el modelo vigente fue aprobado por la Generalitat.

Al debate sobre el futuro de Cataluña se refirió también, aunque con mayor brevedad, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el contexto de una pregunta sobre los planes de Rajoy para España. El jefe de la oposición se limitó a dejar constancia de que en Cataluña hay un problema político que hay que afrontar con diálogo ante «las voces altas de los separatistas y también los gritos de los separadores». No dijo más. Tiempo habrá de profundizar en lo general y en lo particular, porque el PSC dará que hablar.

Barroso: «Cataluña y Escocia son cosa de España y Reino Unido»
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, aseguró ayer que el auge de los movimientos independentistas en Cataluña y Escocia, es una cuestión interna de España y de Reino Unido, en la que la Unión Europea no debe «interferir». En declaraciones a Euronews, en una edición especial del programa iTalk y gracias a la red social Google+, Barroso contestó a las preguntas formuladas directamente por ciudadanos europeos, entre ellas la de un joven escocés sobre el grado de preocupación de Bruselas ante estos movimientos. Al respecto, Barroso fue tajante al manifestar que la «actitud chovinista» de enfrentamiento entre pueblos o países es siempre «negativa». «Los nacionalismos extremos han sido los culpables de dos terribles guerras mundiales en territorio europeo no hace tanto tiempo», declaró, en respuesta también a una cuestión del entrevistador sobre la marcha independentista de Barcelona, informa H. Montero.