Seúl

Robots carceleros para las prisiones de Corea del Sur

Poco a poco los robots comienzan a ganar terreno en las funciones cotidianas de la vida. Al principio de su desarrollo se les encomendaban tareas sencillas, que poco a poco se han ido complicando con el tiempo, hasta que en Corea del Sur piensan en disponer de androides como guardianes de las cárceles 

Si miramos al futuro, es un escanrio inevitable.
Si miramos al futuro, es un escanrio inevitable.larazon

Que no salten las alarmas de los más reacios a este tipo de vida artificial, porque de momento la iniciativa se pondrá en marcha con carácter de prueba durante un mes en una prisión en el sureste de Seúl. El proyecto está avalado por el Ministerio de Justicia, y los robots estarán respaldados por los funcionarios de prisiones correspondientes, por supuesto humanos, según informa el portal Ria Novosti.

Estos androides realizarán las funciones de patrullaje y control de los reclusos. De este modo, se pretende que los vigilantes se vean exentos de las tareas más pesadas y pasen a realizar otras de mayor importancia. Así, los guardianes de carne y hueso podrán dedicarse a actividades de rehabilitación.

Que no se confíen los presos con los nuevos guardianes, pues éstos también serán capaces de distinguir cualquier actividad sospechosa o delictiva que pretendan llevar a cabo los reclusos.

Nada de Terminator

En cualquier caso, los androides no tendrán nada que ver con la imagen que tenemos todos del "robot policía", pues al contrario del mítico Terminator, éstos no se encargarán de impartir orden en la prisión. Además, dispondrán de sensores habilitados para la revisión y control de las celdas, teniendo independencia para informar inmediatamente a sus superiores de cualquier improvisto o incidente que ocurra con los prisioneros, así como indicios de suicidio o
violencia.

Los científicos de la Universidad de Gyeonggi-do son los responsables de tan arriesgado proyecto. Los robots tendrán una altura de metro y medio y un coste de 863.000 dólares. Aunque todavía faltan los retoques finales, como dotarles de un toque más de humanidad, cada vez queda menos para ver el resultado.