Sí hay compromisos

Se critica al programa electoral del Partido Popular por ser excesivamente genérico y carente de compromisos. Puede ser en alguna cuestión puntual.

Tales documentos siempre son etéreos, y éste no iba a ser una excepción, aunque leyéndolo con detalle se encuentran más puntos concretos de los habituales. Algunos tan específicos como el anuncio de privatización de las televisiones autonómicas, que ha provocado la salida en tromba de UGT contra los populares por considerarlo un ataque a la clase trabajadora. No solamente eso. Rajoy hace una apuesta clara por liberalizar los aeropuertos, por garantizar la educación en castellano en todo el territorio español (bien es cierto que sin especificar la forma), amén de por confirmar el polémico «contrato de integración para los inmigrantes». Y por supuesto en lo que se refiere a ETA. Hay en el programa popular una implicación directa con el mantenimiento de la Ley de Partidos que en su día promovió José María Aznar, y un claro rechazo a la negociación política con la banda terrorista. Declaración hoy por hoy más que comprometida, teniendo en cuenta el escenario de «adiós a las armas» que dibuja el último comunicado etarra, y dado que a quien va a corresponder administrar la nueva situación será previsiblemente a Rajoy.

Menos voluntad de concretar se atisba, por el contrario, en el espinoso asunto del Plan Hidrológico Nacional. En buena lógica, el Partido Popular abogará por intentar consensuar un pacto que permita una política hidráulica duradera.