La mitad personas con adicciones se recuperan pero deben controlarse por vida

Torrens ha recordado que la adicción es una enfermedad crónica con recaídas, y que como ocurre con otras patologías como la hipertensión, la diabetes o el asma, "el tratamiento es muy largo, a veces con medicación o sin, y estos pacientes requieren un control de por vida".

Ha explicado que los que tienen problemas de dependencia del alcohol y de la heroína son los que tienen mejores resultados porque hay medicamentos muy buenos para tratarlos, mientras que los adictos a la cocaína son los que tienen peores resultados porque el tratamiento con fármacos es peor.

Marta Torrens ha recordado que en los treinta años que llevan tratando adicciones ha habido un cambio de sustancias, primero fue la heroína, luego cocaína y ahora se da el policonsumo entre cocaína, cannabis, drogas de diseño y alcohol, y que la edad de inicio se ha estabilizado en los últimos años, especialmente en el alcohol.

El consumo de alcohol y tabaco empiezan a los 12-13 años, el cannabis a los 13-14 y la cocaína a los 15-16, y en estos años se ha visto que las mujeres ya consumen igual que los hombres, aunque al principio era un fenómeno asociado al sexo masculino.

Los expertos han detectado que a pesar de que se sabe que las mujeres consumen igual que los chicos, "cuesta que acudan a los centros de tratamiento en demanda de ayuda, porque si la adicción está estigmatizado, lo está mucho más en mujeres".

Desde el INAD se recuerda que ante una adicción es importante acudir lo antes posible a un centro de ayuda y no esperar a que se compliquen las cosas.

En este sentido, ha remarcado que de los que toman cannabis, uno de cada diez tendrá problemas de dependencia a partir de 7-8 años de consumo, en torno a los 20 años de edad.

La heroína engancha a uno de cada cuatro consumidores y, como mucho en tres años, la persona acaba siendo totalmente dependiente, y la cocaína crea dependencia en cinco o seis años a una de cada cinco personas que la toman.