Joan Ribó: «La competencia en la oposición nos estimula»

Llega a la entrevista puntual. Y en bici. Son las maneras de hacer política de alguien que lleva en ella más de veinte años. Admite su inexperiencia en lo del municipalismo, pero ilusionado dice que es donde se tratan cosas concretas y él es hombre de concreciones. «Frente al blanco y negro del bipartidismo, ahora llega el color», anuncia. Pasa un amigo y le saluda. «Joan es la cara amable de la izquierda», dice el espontáneo.
-¿Le sorprenden los resultados electorales? (Su agrupación entra en el Ayuntamiento de Valencia con tres concejales).
-Estaba convencido de que tendríamos representación, pero no tres.
-¿El que el PP haya perdido un concejal significa que Valencia es ahora más de izquierdas?
-No me atrevería a decir eso. Creo que Valencia está cansada del ordeno y mando, cansada de las políticas de la señora Barberá, que ha obtenido su peor mayoría absoluta. Ni el señor Camps ha bajado tanto, y eso pese al caso Gürtel.
-¿Qué supone el fin del bipartidismo en el Cap i Casal?
-La competencia en la oposición nos estimula. A veces me ha dado la sensación de que los socialistas estaban poco estimulados, por decirlo de algún modo suave.
-Anuncia que renunciará al coche oficial y crea un revuelo.
-Hay que cambiar ciertos comportamientos. No hace falta coche oficial, se puede ir en bicicleta.
-¿Cree que cundirá el ejemplo?
-Creo que sí, porque la gente se dará cuenta de que llega antes a los sitios y más relajado.
-Pues perdone que le diga, pero no veo a la alcaldesa en bici…
-Yo estoy dispuesto a enseñarle (amaga una sonrisa). El presidente de Suecia va a su despacho en bici y no pasa nada, y es presidente, que es más que alcaldesa.
- ¿Ya le ha tomado medidas a los rivales?
-Me hubiera gustado debatir con ellos, pero ha sido imposible. Ha sido una campaña muy pobre en materia de debates públicos.
-¿Si usted fuera Jorge Alarte, dimitiría?
-(pausa) No me lo he planteado. Si fuera Alarte, no hubiera hecho muchas cosas de las que ha hecho.
-Es que parece que no hay tradición en dimisiones.
-Hay excepciones y, aunque no le guste al señor Alarte, voy a decir su nombre: se llama Antonio Asunción.
-Si Mariano Rajoy gana las elecciones generales de 2012, y todo parece indicarlo...
-(interrumpe) Cuidadito, las cosas cambian mucho. Todos los parámetros indican que habrá victoria del PP, pero la crisis es muy grave y la gente está muy cansada de la situación, y culpa tanto a unos como a otros.
-Bueno, pero si gana, ¿van a tener que trabajar más?
-Lo que haremos será recordar al Ayuntamiento y a la Generalitat que tendrán que pedir al Gobierno del PP lo mismo que ahora le piden al socialista. Y con la misma fuerza.