Bruselas
Standard&Poor's pone en peligro el rescate griego
Salvada de la bancarrota inmediata, Grecia y los países de la eurozona ultiman un segundo rescate con el que el país mediterráneo salga del agujero en 2014.
Será una batalla difícil, que incluye privatizar una empresa griega cada diez días hasta sumar 50.000 millones de euros, dinero adicional de los vecinos europeos y, sobre todo, la participación del sector privado a través de una renegociación de su deuda griega con alrededor de 30.000 millones. A pesar de que las entidades privadas con deuda griega, bancas y aseguradoras principalmente de Francia y Alemania habían mandado señales positivas, las negociaciones sufrieron ayer un serio revés al considerar la agencia de calificación Standar&Poor's que los planes franceses, usados como modelo por los dos principales tenedores, supondrían un «impago bajo nuestros criterios».
Según dice su nota, «el objetivo de las opciones de financiación de Grecia es reducir el riesgo de un impago de deuda a corto plazo o reestructuración de la deuda con quitas, para dar al Gobierno griego más tiempo para llevar a cabo su consolidación fiscal y las reformas políticas». Por lo que supondría una «pérdida de valor» para los tenedores de deuda que se consideraría un impago selectivo.
La Comisión Europea recordó ayer el compromiso de que cualquier participación del sector privado se hará evitando tal calificación, que desataría un terremoto financiero al dejar los bancos griegos «secos» sin financiación del BCE, al no poder usar sus bonos como garantía, y dispararía los seguros de impago, los impopulares CDS, los mismos que están en el origen de la crisis financiera. El pesimismo también llega desde aquellos que vivieron la exitosa renegociación voluntaria en los países del Este en 2009. El responsable de la principal aseguradora del centro y Este de Europa dijo a este periódico que es «muy difícil» que salga bien la participación voluntaria en el caso griego.
«Ningún país abandonará el euro»
El comisario Europeo de Competencia, Joaquín Almunia, se mostró ayer convencido de que no habrá ningún país que abandone el euro, ya que, según dijo, todos los miembros harán «todo lo que sea necesario para evitar que una región entre en default» –suspensión de pagos–. Durante su intervención en el X Encuentro Santander-América Latina de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo organizado por el Banco Santander, Almunia explicó que existen dos razones por las que «no va a haber nadie que abandone el euro».Una de ellas, su coste económico y la otra, el político.
✕
Accede a tu cuenta para comentar