Sevilla

Diferencia por Iñaki Zaragüeta

La Razón
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Los costes y la utilidad de las «grandes obras» en las diferentes Comunidades demuestran claramente que la Valenciana está siendo sometida a un ataque desproporcionado, como si alguna especie de «lobby» se hubiera propuesto el desprestigio de la Comunitat.

Tal como publicábamos ayer, tanto la Exposición Universal de Sevilla en 1992 como la Internacional de Zaragoza en 2008 elevaron su presupuesto casi a la par en la capital andaluza y el doble en la aragonesa respecto al montante total de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Mientras en esta se invirtieron 1.200 millones de euros, en la primera 900 millones y en la segunda 2.250. Es evidente que la rentabilidad de las instalaciones de aquellas dos no puede compararse con nuestro complejo cultural y de ocio. Aquello es un gasto, esto una inversión.

Ésa es una gran diferencia. Tanta, que la Ciudad de las Artes puede presumir de recibir hoy al visitante 12 millones con expectativas de superar esa cifra de largo en los próximos años. Ellos no pueden decir lo mismo. Sin embargo, los dejamos en paz, a nosotros no. Así es la vida.