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GRUPO D: La intrigante era «post-Ballack»

Alemania, siempre favorita, se enfrenta a la ausencia de su líder 

Harry Kewell es la estrella «aussie»
Harry Kewell es la estrella «aussie»larazon

Ajusticiada por Fernando Torres en la final de la última Eurocopa, Alemania no sólo se enfrenta en Suráfrica a su rol habitual de favorita. También a la ausencia de Michael Ballack, su último gran capitán, genio y figura en el terreno de juego y prolongación en idéntico escenario de Joachim Löw. «Su baja debe llevarnos a unir las fuerzas y mirar hacia delante», se resigna el seleccionador germano, artífice de una profunda remodelación en el combinado tricolor en el que el jugador del Chelsea era la piedra angular. A sus 33 años ha perdido la última oportunidad de disputar su última gran cita internacional, y su técnico, una referencia para la nueva camada de futbolistas llamados a hacer olvidar a la insig- ne vieja guardia –desde Becken- bauer a Kahn o Mattaus, pasando por los últimos descartes, Lehmann y Frings–. Todos ellos siempre presentes en el entorno de una selección a la que no dudan en presionar, preferiblemente desde la prensa, en pos del «revival» de gloriosas épocas pasadas.Con tres Mundiales a sus espaldas (1954, 1974 y 1990), la nueva Alemania se enfrenta a esta prueba de fuego sin sus mejores hombres. El caso del irascible «13» ha significado el disgusto más importante para Löw, pero no ha sido el único. El central Westermann se rompió el pie izquierdo en el último amistoso de Hungría para ingresar en una enfermería en la que ya estaban con anterioridad Rolfes, Adler y Träsch.Serio contratiempo para la evolución de una nueva era en la que el fútbol no es sinónimo de fuerza. También cuenta el talento y la téc- nica en el nuevo estilo teutón, en el que tienen cabida los «exóticos» Cacau y Özil. Amén de los recién descubiertos Thomas Müller y Bad Stuber, a quienes Van Gaal ha convertido en subcampeones de Europa con el Bayern de Múnich. Incluso Manuel Neuer, portero del Schalke 04 y titular en Suráfrica por delante de Wiese y Butt con apenas tres partidos internacionales a sus espaldas. Es la lenta revolución de Löw, mediocre delantero de la Segunda alemana (Friburgo), aunque avispado entrenador a quien le llegó siendo asistente de Klinsmann la oportunidad de reverdecer la caduca Alemania del Mundial de 2006. Dos años después la convirtió en subcampeona de Europa y ahora ha logrado clasificarla para esta cita sin sufrir derrota alguna. Con el peso de la tradición y el empuje de la novedad. 7 FINALES MUNDIALISTASn Alemania es el combinado europeo con más finales disputadas en los mundiales, ya que cuenta con siete, las mismas que Brasil: 1954, 1966, 1974, 1982, 1986, 1990 y 2002. Además, fue la primera líder del ránking FIFA en 1993 y 1994. A nivel continental es la selección que más veces ha ganado la Eurocopa: 1972, 1980 y 1996.AUSTRALIA: SIN PRESIÓN Y CON ANTECEDENTESEl «gigante de Oceanía» acude a su tercer Mundial –el primero fue el de 1974– después de la histórica experiencia de Alemania 2006. Los australianos firmaron un brillante pase a octavos, donde cayeron a manos del posterior campeón, Italia, merced a la labor del incombustible Guus Hiddink. Su labor se prolongó en el tiempo por Pim Verbeek, discípulo del holandés, y responsable de una selección que continúa teniendo como principal referencia a Harry Kewell. El ex del Liverpool y ahora del Galatasaray espera poder competir en plenitud de condiciones. Sobre el delantero, que se recupera a contrarreloj de una dolorosa lesión en la ingle, recae buena parte de la responsabilidad de un equipo que parte, no obstante, sin ninguna presión. Y eso lo convierte en más peligroso, dados los antecedentes.Desde el pasado miércoles, el combinado «aussie» se encuentra en Johannesburgo. Ha sido el primero en llegar a Suráfrica y el primero en clasificarse para el Mundial (junio de 2009) tras competir en las eliminatorias asiáticas con Qatar, China e Irak.SERBIA: ASPIRANTE A DAR LA CAMPANADAPara muchos, el cuadro de Radomir Antic puede ser la revelación del Mundial. En 2006 participó como Serbia y Montenegro, y perdió los tres partidos del Grupo C. Pero la transfor-mación sufrida por el equipo, ahora comandado por Vidic y Stankovic –el sevillista Dragutinovic se partió el tendón de Aquiles en abril–, ha sido trepidante. Hasta el punto de obligar a Francia a jugarse el pase en la repesca después de una brillante clasificación en el Grupo VII (22 puntos en total).GHANA: «BLACK POWER» EN ESTADO PUROLa lesión de Essien (el otro lesionado del Chelsea) descabeza a una selección plagada de fuerza y talento. Con cuatro títulos de la Copa de África, dos Mundiales sub'17 y uno sub'20, fue la única que superó la primera fase en Alemania y la primera en clasificarse para el Mundial. El serbio Milovan Rajevac la dirige desde el banquillo. En el campo, Muntari y Appiah toman el relevo del «todocampista» ausente en una lista en la que sí está Mensah, del Granada.